Restringido
El Cara a Cara: ¿Vuelve a preocupar la actitud de Messi?
Leo está para dar de comer a las palomas
José Luis Sánchez
Mi queridísima Carme, estáis tan acostumbrados a justificarle, que os vale cualquier carrerita o medio regate para vender la moto del regreso de Messi. Se fue, y ya no volverá. Su pasividad sobre el césped del Bernabéu con el resultado en contra fue patética, inadmisible. Apareció para dar patadas, para frenar a los aviones blancos, para al menos aparecer en el acta, aunque fuese con una cartulina amarilla... La palabra actitud no puede ir ligada al nombre del argentino, y lo sabes. Jamás se ha sacrificado por nadie y no será ahora en su cuesta abajo cuando lo haga. Le tapáis todo, si quiere ser mediocentro, mediocentro, si pide jugar de mediapunta, mediapunta, pero con el cuentakilómetros muy limitado. ¡Ah! Tuvo una, pero a lo mejor está pensando en sus líos con Hacienda y se le nubló la vista ante Iker.
- Homenaje en los juzgados
Te imagino sentada en el sofá con un bol de palomitas, una copa de vino tinto y el tuit escrito: «¡¡Messi iguala a Zarra en el Bernabéu!! Que se pare el partido». Lástima que hayas tenido que dejarlo en los borradores. El Madrid, con cariño, te tributó el verdadero homenaje, dejarle entrar al Bernabéu a ver un baño. Asistió en primera persona y viendo cómo se juega al fútbol hoy en día, con compañerismo y sacrificio. Tu querido Lionel ha marcado muchos goles, pero está carente de esas dos premisas grabadas a fuego en el vestuario del Madrid. A este paso, el único homenaje a Messi se lo van a dar los jueces españoles por sus continuadas visitas a los juzgados.
- Messi sigue igual
Carme, admítelo, se acabó. Messi está en modo pasivo... bueno, sigue en modo pasivo como las últimas dos temporadas y va camino de la tercera. El fútbol no va con él. Era estremecedor ver a Cristiano correr y correr aún conocedor de no verse en su mejor versión frente al pasotismo del argentino, más propio de quien va al Retiro a dar de comer a las palomas. Al portugués no le han regalado ni un centímetro de su gloria, no le han dado Balones de Oro por decreto y se vacía le salgan o no las cosas. Si te consuela decir que «CR7» no tuvo su mejor día, sólo confirma tu diagnóstico: MADRIDITIS.
Sigue siendo el mejor del mundo
Carme Barceló
Caerás en la injusticia si señalas a Messi, apreciado José Luis. Te equivocarás si le haces más responsable que a otros, pero, a la par, seguirás reconociendo su extraordinario valor de mercado. Sigue siendo el mejor. Y el sábado mostró una muy buena versión hasta que el centro del campo del Barça se partió, desde el momento en que dejaron de llegarle balones, a él, a Neymar y a Suárez. Cierto es que nos faltó la magia de Messi, ese momento genial, pero no hubo falta de actitud: hubo falta de fútbol. En particular y en general. Con su posición más retrasada, no podía crear. Y si no le llegaban balones de los centrocampistas, la tarea se complicaba más aún. Los últimos 20 minutos del Barça fueron un desfondamiento físico y emocional general. Y una supremacía blanca clara. No señales al mejor jugador del mundo el día en que campeones del ídem tampoco estuvieron a la altura.
- El homenaje real
Este tema me pone un pelín de los nervios y tú eres uno de los que me empuja al consumo de trankimazín, José Luis. Para opacar que este hombre está a punto de conseguir un récord que pica a muchos, os agarrasteis a las declaraciones de Tebas para montar un show paralelo y desviar la verdad sin aditivos: Messi ha logrado una cifra que sólo Zarra ha conseguido hasta hoy. Y con menor edad y más tiempo por delante para multiplicar ese Everest futbolístico. Llegué a escucharos proponer un homenaje a Cristiano ese mismo día. Qué mala es la envidia. Tranquilo, esperaremos al próximo partido o al siguiente para reconocerle a Leo lo que es de ley. De la que os habéis librado, José Luis. Llega a ser en el Bernabéu y el Madrid hubiera protagonizado la noticia blaugrana del fin de semana.
- A Cristiano se le atraganta Leo
No le da la vida al portugués cuando respira el mismo aire que el argentino. Y el sábado lo volvimos a ver. Cristiano no destacó. Su trabajo fue gris y su aportación volvió a ser –¡qué curioso!– marcar de penalti. Poco o nada más. Su duelo personal con Messi acabó en tablas. Era la gran oportunidad de «CR7» para volver a batirse con Leo y le ganaron Isco y Benzema. Y es que la genialidad no se entrena en un gimnasio, querido José Luis.
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