Copa del Rey

Madrid

El libro de Simeone

Saúl Ñíguez (i), salta por el balón con el galés Gareth Bale
Saúl Ñíguez (i), salta por el balón con el galés Gareth Balelarazon

El Atlético se impone en el derbi gracias a su esfuerzo defensivo. Raúl García, de penalti, y Giménez tumban a un Madrid espeso

¿De verdad que interesa la Copa? Al conocer las alineaciones parece que Ancelotti está más por la labor de renovar el título, mientras que a Simeone el torneo le suena a chino, pese a que ya se lo ganó al Real Madrid en el Bernabéu. El señuelo de Fernando Torres, al que el Frente Atlético rindió pleitesía, no basta porque del equipo del sábado se cayeron siete titulares. Al técnico italiano se le perdió Cristiano por el camino. Y a Simeone se le apareciaron Raúl García y Giménez para firmar el triunfo y acariciar los cuartos.

El algodón no engaña. Y Simeone tampoco. El Atlético le regaló el balón al Madrid y desde el primer minuto se encerró en su campo. La idea era robar y salir al contragolpe. La pelota para el Madrid que avisó muy pronto, en un córner que lanzó James, cabeceó Ramos y Oblak metió las manos para evitar el gol. No se había cumplido el minuto y el partido prometía. Puro espejismo porque el juego decayó, las ocasiones no aparecieron y todo se convirtió en un viaje a ninguna parte. Al Madrid le faltaba claridad. Bale y Benzema no encontraban espacios y la producción ofensiva de Marcelo e Isco se estrellaba en el muro rojiblanco.

Griezmann y Torres eran la avanzadilla de Simeone. Jugaban muy lejos de Navas y al Atlético le costaba llegar. Era más importante no destaparse que intentar golpear al rival. Raúl García, Mario, Gabi y Saúl estaban más preocupados por cerrar huecos, por la destrucción que por combinar, por dar dos pases seguidos para descolocar a Kross, Khedira o James, encargado de sacar faltas y córnes, pero con escasa participación en el juego.

Un disparo de Benzema que atrapó Oblak con seguridad y un remate de Bale fuera pusieron fin al primer acto. Un primer acto espeso, con poca vistosidad y en el que las tácticas pudieron con la improvisación, la inteligencia individual o la genialidad. El juego colectivo por encima de todo. La emoción del resultado, lo único interesante. De juego, casi nada.

El comienzo de la segunda parte fue un calco de la primera. El Madrid, en plan mandón, pero amagando sin dar. Un fuera de juego inexistente de James, un disparo de Bale, tras un perfecto pase de Marcelo y la misma sintonía. No pasaba nada que se saliera del guión. El derbi estaba descafeinado, pero Simeone ya tenía en la banda a Arda y Koke. También Cristiano se preparaba para la batalla. Porque lo más interesante estaba por llegar. Y llegó con el penalti de Sergio Ramos a Raúl García. Acción rara, donde el capitán madridista agarró y tiró al rojiblanco. Penalti, que el propio Raúl Garcia transformó con precisión ante la buena estirada de Navas.

Empezaba otro partido. Se fue Torrese entró Koke y Griezmann se colocó como el más avanzado. Simeone había conseguido lo que buscaba para los suyos. Reaccionó Ancelotti con Crisitano. Al Madrid le faltaba gol y el portugués es su referente. El ritmo ya era distinto. Se asemejaba a un duelo de copa de los de verdad. Tensión, entradas a destiempo, tarjetas y más emoción que juego. Para el Atlético defenderse –labor perfecta de Godín y Giménez, bien secundados por Gámez y Lucas– era su principal argumento. Aunque con Arda y Koke ya tuvo más la pelota. Había que tranquilizar el juego porque el botín no era malo.

Y fue mejor, incluso, porque Giménez hizo el segundo. Córner. Lanzó Koke y el joven uruguayo voló por encima de todos. Estalló el Calderón. Torres salió del banquillo para aplaudir. El Atlético jugando a su estilo, con ese fútbol intenso, que no enamora, pero que tiene muchas virtudes, tenía al enemigo en la lona. Ronaldo daba pocas señales. Tampoco Jesé. Ancelotti quería un gol, pero no fue posible. Le faltó al Madrid precisión, velocidad y capacidad para desdoblarse ante un rival que no le dejó hacer sus transicciones habituales. Maniatado el Real Madrid, que firma su segunda derrota oficial consecutiva, porque el equipo no está fresco, el Atlético se encontró con el premio gordo. Simeone y su libro.

- Ficha técnica:

2 - Atlético de Madrid: Oblak; Gámez, Giménesz, Godín, Lucas; Mario; Raúl García, Gabi, Saúl (Arda Turan, m. 67); Griezmann (Mandzukic, m. 74) y Fernando Torres (Koke, m. 59).

0 - Real Madrid: Keylor Navas; Arbeloa (Carvajal, m. 83), Ramos, Varane, Marcelo; Khedira, Kroos, Isco; James (Cristiano Ronaldo, m. 63), Benzema (Jesé, m. 74) y Bale.

Goles: 1-0, m. 58: Raúl García, de penalti. 2-0, m. 76: Giménez cabecea un saque de esquina de Gabi.

Árbitro: Clos Gómez (C. Aragonés). Amonestó a los locales Jesús Gámez (m. 61), Griezmann (m. 65), Gabi (m. 73) y Godín (m. 87) y a los visitantes Marcelo (m. 27), Khedira (m. 31) y Ramos (m. 57).

Incidencias: partido de ida de los octavos de final de la Copa del Rey, disputado en el estadio Vicente Calderón ante unos 51.000 espectadores.