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El peligro del Oporto viene de Colombia: James Rodríguez y Jackson Martínez

El rival del Málaga en octavos de final de la Liga de Campeones ha comenzado con paso firme esta campaña, y acumula en sus primeros 22 partidos oficiales 17 victorias, tres empates y apenas dos derrotas, una de ellas en el último partido de la fase de grupos frente a los "galácticos"del París Saint Germain.

La Razón
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El Oporto, vigente campeón de la Liga lusa, ha vuelto a hacer este año del oficio y el rigor táctico su bandera, apoyado en dos jugadores que monopolizan todo el peligro arriba: los colombianos James Rodríguez y Jackson Martínez.

El rival del Málaga en octavos de final de la Liga de Campeones ha comenzado con paso firme esta campaña, y acumula en sus primeros 22 partidos oficiales 17 victorias, tres empates y apenas dos derrotas, una de ellas en el último partido de la fase de grupos frente a los "galácticos"del París Saint Germain.

El equipo entrenado por Vítor Pereira mantiene sus señas de identidad intactas. Una defensa fuerte, sumado a un centro del campo que combina trabajo con creatividad y llegada, y cuyo broche final pone una línea de ataque en ocasiones demoledora.

Los "dragones"no parecen echar de menos al que hasta hace sólo unos meses era su principal estrella, el extremo brasileño Hulk, que fue vendido al Zenit con la temporada ya empezada a cambio de cerca de 60 millones de euros.

Su salida ha colocado los focos encima del mediapunta colombiano James Rodríguez, quien con apenas 21 años se vislumbra ya como una futura estrella del fútbol mundial que ya siguen con interés varios "grandes"de Europa.

La presión añadida sobre su figura como mejor futbolista y canalizador del juego ofensivo del Oporto no le ha pesado, al menos de momento, y su desparpajo no deja de sorprender para un jugador de su edad.

En la tarea de derribar defensas le acompaña desde este verano su compatriota Jackson Martínez, un "nueve"típico (alto, fuerte, que va bien de cabeza y con olfato de gol) que por ahora ha conseguido lo que parecía imposible: hacer olvidar a Radamel Falcao, también compañero de la selección y hoy en el Atlético de Madrid.

Si la falta de un delantero centro de nivel fue señalado el año pasado como su principal déficit, el conjunto blanquiazul cuenta ahora con un futbolista de garantías en el ex del Jaguares mexicano, y cuyo traspaso representó una inversión de unos nueve millones de euros.

Jackson Martínez lleva ya en su cuenta particular 14 tantos en un total de 19 encuentros disputados, algunos de ellos de enorme belleza e incluso un punto acrobáticos, como el que metió de tacón al Sporting de Lisboa o de chilena frente al modesto Beira Mar.

La base del equipo entrenado por Vítor Pereira es exactamente la misma que el pasado año a excepción del delantero centro colombiano, lo que le ha permitido lograr un equipo muy cohesionado.

El esquema utilizado por el técnico luso es un 4-3-3 clásico. En defensa, los centrales Otamendi y Maicon son indiscutibles, acompañados por el internacional brasileño Danilo en el lateral derecho, quien da profundidad a su banda y llega con frecuencia arriba.

En el carril izquierdo, Pereira elige entre el brasileño Álex Sandro, más ofensivo, y el francés Mangala, un central reconvertido, en función de las características del duelo.

La fuerza y recuperación de Fernando, la llegada de Lucho González y la creatividad y derroche físico del motor de la selección lusa Joao Moutinho conforman un medio del campo que apenas tiene recambio en el banquillo.

En ataque, a la dupla colombiana se le suma el también internacional portugués Silvestre Varela, en quien la velocidad y el desborde son sus principales características.

Para algunos tertulianos lusos, su mayor punto débil podría estar en la portería, donde el brasileño Hélton combina actuaciones estelares con algún error de bulto. El último de ellos fue precisamente el que propició la derrota del Oporto frente al PSG.

Pese a su buen comienzo de temporada (está segundo en Liga a tres puntos del Benfica y con un partido menos), el Oporto ya fue eliminado de la Copa de Portugal tras caer frente al Braga por 2-1, un camino que intentarán seguir el conjunto malacitano de Manuel Pellegrini.

El objetivo de los "dragones"pasa por volver a la senda de los títulos continentales y completar así una década prodigiosa, que incluye dos Ligas Europa (2002-2003 y 2010-2011) y una Liga de Campeones (2003-2004).