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El primer corazón

Con sólo tres entrenamientos, Bale marcó y dejó buenas sensaciones en su estreno Jugó 61 minutos

El primer corazón
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Ancelotti decidió que la mejor forma de que Bale se ponga en forma es jugando partidos de verdad y no simulacros en Valdebebas. «No es el momento de apartarlo del equipo», dijo en la previa y su nuevo fichaje le dio la razón en sus primeros 61 minutos vestido de blanco. No tenía gasolina para más el galés y el técnico decidió sustituirlo a pesar de que estaba siendo uno de los mejores madridistas sobre el césped. Había ganas de ver en acción al fichaje del verano y el ex futbolista del Tottenham no defraudó se mire por donde se mire. «Sólo ha completado tres entrenamiento con nosotros y ha tenido un muy buen debut», decía Emilio Butragueño, tras un encuentro no precisamente fácil para dar los primeros pasos en un equipo y una Liga totalmente nuevas. El Villarreal tiene una marcha más que la mayoría de equipos y su primera parte fue impecable. En un panorama tan hostil, un recién llegado podría haber sido un problema, pero Bale fue la mejor solución para llegar al descanso con el marcador igualado. Empezó en la derecha, como ya había adelantado Ancelotti, pero se movió por todo el ataque y cambió su posición con Cristiano en algunas fases del choque: «Van a cambiar de vez en cuando por la propia movilidad de ambos, no por nada en particular», comentó «Carletto», satisfecho con lo que vio de su estrella: «Creo que debe estar contento, marcar a la primera es muy bueno y más en un partido tan difícil como éste. Ha demostrado una buena actitud sobre el campo. No tomé ningún riesgo poniéndolo como titular», insistía el italiano.

Las sensaciones que dejó el británico fueron de las mejores y no sólo por el gol. En la acción del tanto, partió desde la derecha y dejó espacio al lateral haciendo la diagonal hacia el centro. Después, dentro del área, dejó una muestra de su famosa polivalencia ganando la posición al defensa como el mejor de los delanteros. Su celebración fue la habitual, haciendo un corazón con los dedos en un gesto que ya es una marca registrada del 11 blanco. Pero además del tanto del empate, Bale confirmó su compatibilidad con Cristiano, uno en cada banda, aunque no es descartable que en muchos partidos el portugués sea el delantero centro y Benzema descanse en el banquillo.

Fue complicado ver un desequilibrio provocado por la falta de adaptación del Gareth a los mecanismos del grupo, si acaso, tras el córner que cerró la primera parte, momento en el que Diego López aprovechó el pitido del árbitro para rodear a su nuevo compañero con el brazo y comentarle algo respecto a la forma de defender a balón parado. Bale respondió con un «ok» y una media sonrisa.

Después tuvo 15 minutos extra respecto a lo que anunció Ancelotti, pero el técnico quiso exprimirlo consciente de que el equipo estaba bien con él sobre el campo. El empate final agrió un poco el sabor de la primera noche de Bale, que insinuó mucho de lo que se espera de él.