El principio marca el final

Estaba contento Tata Martino con el resultado del partido. Reconoció que sufrieron, pero los tres puntos le saben mejor que bien. «Hay que mirar los precedentes», explicaba el técnico, en alusión a que en los últimos años el despegue del Real Madrid o el Barça, uno de los dos, al comienzo del curso, fue decisivo para definir al campeón. El conjunto de Mourinho el curso pasado empató contra el Valencia en el primer partido, perdió el segundo contra el Getafe y en las quince primeras jornadas igualó otro choque y perdió uno más. Un Barcelona infalible se alejó once puntos que supusieron un muro.

La temporada anterior fueron los azulgrana los que no carburaron al comienzo, sobre todo lejos del Camp Nou. En los quince primeros encuentros cedieron cuatro empates y una derrota y el Madrid se marchó nueve puntos por delante directo al título. Todo eso lo tiene en cuenta Martino, porque no es la primera vez que lo comenta en sala de prensa. «Todo proceso necesita un tiempo. En esta primera semana hemos tenido tres partidos. Ha sido positiva en cuanto a resultados. En cuanto a rendimiento, el primero fue excelente y en los otros dos hemos sufrido. Nos hacemos fuertes con los resultados y con triunfos en campos como éste», afirmó el técnico argentino. Una forma de pedir tiempo para que el equipo se parezca a lo que él quiere, pero en el camino no ceder muchos puntos.

También pide tiempo el técnico para Neymar, que ayer rindió a un nivel alto cuando saltó al césped. « Juega media hora y siempre hace algo positivo. Sabe jugar los 30 minutos que le tocan», afirmó Tata. Eso sí, aún no sabe «cuándo será titular»: «Evaluaremos el momento indicado para cuando tiene que ingresar. De cara al futuro, veremos. Deseamos que esté en las mejores condiciones». Una vez que lo meta en el once inicial será seguramente para dejarlo.

«Ney», como le llaman en el vestuario, demostró su calidad individual y sufrió alguna entrada dura. «Esperamos que todas las faltas que le hacen se piten también», dijo Zubizarreta en C+. Después de una de ellas, Gámez se le encaró e incluso le lanzó un pequeño cabezazo, pero el brasileño no se tiró al suelo en cuanto notó el contacto. La actitud humilde que muestra fuera del césped la está manteniendo dentro. El Barça necesitará de su capacidad de desequilibrio, sobre todo cuando falte Messi.