Barcelona
El Valencia doblega al Atlético con un inicio fulgurante de partido
Cerci estaba feliz por marcar su primer gol con el Atlético, pero cuando despertó se encontró con la segunda tarjeta amarilla por controlar el balón con la mano.
Cerci estaba feliz por marcar su primer gol con el Atlético, pero cuando despertó se encontró con la segunda tarjeta amarilla por controlar el balón con la mano. Había durado veinticinco minutos en el campo, tiempo suficiente para perder la mayoría de los balones que tocó y hasta la diadema con la que saltó el césped.
La expulsión del italiano era sólo un detalle más de un partido en el que nada fue lo que esperaba para el Atlético, que falló un penalti cuando se asomaba ya el descanso, que le hubiera permitido comenzar la segunda parte con 3-2 en contra y un punto de vista más optimista.
Diego Alves detuvo el lanzamiento del lateral izquierdo y Siqueira carga con la culpa, pero la tragedia había nacido mucho antes, cuando Miranda fue a despejar de cabeza un balón que Moyá tenía casi agarrado. Fue un remate perfecto, anticipándose al guardameta en el primer palo, pero en la portería equivocada.
Nacía el partido torcido para el Atlético, que dio un paso atrás en el tiempo, como si Simeone nunca hubiera visitado el banquillo rojiblanco. Era un equipo despistado, sin concentración. Y Miranda volvió a verse superado en el segundo gol. Un pase de Alcácer a André Gomes, que el portugués convirtió en una maravilla. Se fue de Miranda, que lo vigilaba de cerca, y de dos más con un solo toque, se acomodó la pelota para superar la reacción de los defensas y marcó con la izquierda ante la salida de Moyá.
Quedaba todavía el tercero, un remate de Otamendi en un córner que el Atlético no supo defender. El equipo de Simeone moría con su arma preferida en una demostración de que la estrategia es para el que la trabaja. El Atlético había tirado el primer cuarto de hora y el partido.
Quince minutos les bastaron a los rojiblancos para borrar todas las huellas reconocibles de su equipo. Quedaban setenta y cinco minutos para reencontrarse y el primero que se puso a la tarea fue Tiago. El portugués es el mediocentro en el que Simeone confía para organizar el juego de ataque. El portugués agarró la pelota y quiso poner orden, pero le faltaba compañía. Gabi estaba perdido y Koke no despertó hasta la segunda mitad, pero con más pelea que juego. De los pies del portugués partió la esperanza en un disparo lejano que despejó Alves y recogió Mandzukic para mandarlo a la portería.
Ahí se acabó el Atlético, más aparente que efectivo en la pelea por la remontada. El penalti fue la única jugada en la que Diego Alves tuvo que trabajar. Los rojiblancos se trasladaron a vivir al campo del Valencia, pero el partido dio la razón a Simeone cuando dice que no quiere la pelota para nada. De nada sirve al que no la sabe utilizar.
Simeone hizo algunos cambios en la alineación con la intención de aliviar la fatiga de algunos de sus futbolistas más destacados. Juanfran cedió su lugar a Gámez, que se esforzó en algunas llegadas por su banda, pero sus centros no encontraban nunca un rematador acertado. Tampoco Griezmann encontró el acierto necesario para reclamar un sitio en el once inicial. Acabó sustituido por Cerci, aunque los dos aportaron lo mismo.
Al Atlético no le funcionaban ni las jugadas de estrategia y Simeone quiso que el equipo fuera más directo. Ya sin Griezmann en el campo, retiró también a Arda, el único intermediario entre los centrocampistas y los delanteros para que entrara Raúl Jiménez, un jugador que vive en el área.
Lanzado como estaba hacia el campo contrario, aunque sin acercarse a la portería, vivía con el riesgo de un contraataque del Valencia que acabara por rematar el partido. Pero tampoco estaban los valencianos predispuestos a hacer trabajar a Moyá, que sólo hizo una parada en todo el encuentro. Marcaron tres goles en dos disparos y apenas necesitaron quince minutos para finalizar su trabajo.
El resto del partido les sobraba y el encuentro quedó convertido en una pelea por la pelota sin ningún criterio. El Atlético no había sabido sobreponerse al golpe del comienzo.
Ficha técnica
3 - Valencia: Alves, Barragán, Mustafi, Otamendi, Gayá, Javi Fuego, Parejo, André Gomes (Filipe Augusto, m.70), Rodrigo, Piatti (Orban, m.62) y Alcácer (Feghouli, m.75).
1 - Atlético de Madrid: Moyá, Gámez, Miranda, Godín, Siqueira, Tiago (Raúl García, m.72), Gabi, Koke, Arda Turán (Raúl Jiménez, m.68), Griezmann (Cerci, m.65) y Mandzukic.
Goles: 1-0, m.6: Miranda, en propia puerta. 2-0, m.7: André Gomes. 3-0, m.13: Otamendi. 3-1, m.29: Mandzukic.
Árbitro: Teixeira Vitienes (Comité Vitienes). Mostró tarjeta amarilla a los locales Andre Gomes, Parejo, Javi Fuego y Gayá. Expulsó al visitante Cerci (m.90) por doble tarjeta amarilla.
Incidencias: partido de la séptima jornada de la Liga BBVA disputado en el estadio de Mestalla ante 45.000 espectadores.
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