Embajador Arda

Un niño mira el escudo del Atlético en su camiseta y lo compara con el que aparece en una de las paredes de las instalaciones del Bakú F.C. Las cámaras se fijan en él y entre tímido y orgulloso se da la vuelta. "Arda", se lee en su espalda.

El jugador turco es la principal atracción de la prensa y los aficionados locales, el más perseguido, el embajador del Atlético en Azerbaiyán. Si Messi, Cristiano Ronaldo o Beckham sirven para promocionar a sus equipo en países asiáticos o africanos, Arda lo logra en otros como Azerbaiyán, vecino de Turquía y con el que comparte muchos aspectos de todo tipo, desde cultural hasta un idioma muy similar.

Después una mañana de visitas por los lugares emblemáticos de la ciudad, en los que Arda ya fue aclamado, el equipo llegó a la ciudad deportiva del Bakú, convertida en una fiesta, con violines, música, bailes, una mascota muerta de calor que no se sabía qué melodía tocaba con la trompeta y alevines del club que esperan la llegada del conjunto español.

Iban a entrenarse antes del encuentro que jugarán mañana (17:00) contra un grupo de los mejores futbolistas del pais. Cuando llegaron paró la música y fueron recibidos con gritos.

Lo hicieron todos juntos, en grupos, pero uno de ellos estaba solo... o sin un compañero al lado, porque cámaras y flashes le rodeaban, como a un estrella del rock, aspecto al que contribuye el propio jugador sus pelos alborotados. "Es un orgullo. Estoy feliz y agradezco el reconocimiento y el recibimiento tan caluroso. Es un orgullo que reflejéis la cultura de Azerbaiyán y turca por todo el mundo", dijo Arda, siempre sonriendo pese al cansancio, porque la paliza que llevan los jugadores desde acabó el derbi, con pocas horas de sueño, se reflejaba por la mañana en algunas caras.

"Le quieren por lo buen jugador que es, igual que en España, y por sus raíces", añadió Simeone, en una de sus pocas reflexiones.

Nada de preguntas del Madrid ni del Deportivo, el próximo rival, para el argentino. Sólo el amistoso. "Nosotros siempre tratamos de interpretar el fútbol como un juego. Esperemos que salga un partido lindo, que ayuda a los jóvenes de aquí como experiencia. Saldremos a ganar, como siempre", añadió el técnico, competitivo como nadie.

El duelo servirá como prueba para los locales, como promoción, lo mismo que el nombre del país que figura en la camiseta de los rojiblancos. "Me gusta mucho llevar un signo de la cultura turca y el esfuerzo que están haciendo por promocionarse en todo el mundo", opinó Arda Turán.

El fútbol no es el deporte rey en Azerbaiyán. Incluso un joven que se autodefine como amante de este deporte duda cuando se le pregunta cuántos equipos hay en la liga. Pero tras estos tres días, gracias a Turán el Atlético se habrá ganado un buen puñado de seguidores azerbayanos.