En defensa de Gareth

A veces el Bernabéu la toma con un futbolista y es muy difícil conseguir que cambie de opinión. A Míchel le costó años entender qué tenían contra él. Quizá nunca lo entendió. Martín Vázquez sufría la ira de la afición. Se marchó a Italia y después volvió. Raúl es tratado mejor ahora que no está que cuando jugaba, y Zidane, con toda su elegancia, tuvo que esperar meses hasta que enamoró al estadio. Ahora es Gareth Bale quien está pasando por esa situación y en el club están muy preocupados. Creen que se está siendo injusto, pero también conocen al socio y temen que no le dé más margen de maniobra. Con este caso no se mira al Camp Nou: preocupa ya el partido del Levante. Florentino salió ayer en su defensa, de manera apasionada y también irónica: «Fichamos a Bale en verano de 2013. Menudo lío que armamos», dijo el presidente cuando le preguntaron por la situación del galés. Y siguió, dejando claro que guarda en la memoria lo que se publica: «Lo presentamos con una hernia, yo lo sabía y aun así lo presenté. Cuando se supo que tenía hernia, resultó que no sabía jugar al fútbol». Tenía ganas de responder, de sacar de dentro lo que lleva meses dando vueltas: «Y ahora se dice que su presencia distorsiona el sistema del entrenador. Esto es lo que hace daño. Querer condicionar la voluntad del técnico es lo que no es aceptable». Bale es uno de los valores del Real Madrid: «Es de los mejores jugadores del mundo, los equipos más importantes lucharon y seguirán haciéndolo por contar con sus servicios. No debemos olvidar lo que fue capaz de hacer en su primera temporada en el Real Madrid en las dos finales que jugamos». Los críticos aseguran que la presencia del galés obliga a jugar con tres delanteros y que eso desequilibra al Madrid porque le condiciona el resto del equipo al perder un hombre en el centro del campo. Florentino volvió a echar mano de su memoria: «En Múnich, en la semifinal de la “Champions”, vimos el gran partido que hizo la BBC».