Atlético de Madrid

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Saúl evita un disgusto al Atlético

El centrocampista marcó el gol de la victoria del Atlético, que durante la mayor parte del tiempo fue superado por Las Palmas

El centrocampista del Atlético de Madrid Saúl Ñíguez celebra el gol que ha marcado, el primero del equipo frente a Las Palma
El centrocampista del Atlético de Madrid Saúl Ñíguez celebra el gol que ha marcado, el primero del equipo frente a Las Palmalarazon

El centrocampista marcó el gol de la victoria del Atlético, que durante la mayor parte del tiempo fue superado por Las Palmas

Las Palmas tenía la paciencia y el balón. El Atlético, la confianza que da saberse mejor. Nada más puede explicar la victoria del equipo rojiblanco en el último partido de Liga de 2016. La lesión de Tiago hizo que Simeone volviera a juntar a Koke con Gabi en el centro del campo, con Saúl a un costado y Carrasco, al otro. Pero el Atlético nunca se sintió cómodo, nunca fue el dueño del partido, como parecía pretender el Cholo con la alineación.

Mandaba Las Palmas, con una salida más limpia del balón desde la defensa y con una mayoría abrumadora en el porcentaje de posesión del balón. Nada de eso hubiera sido un problema para el Atlético en cualquier otro momento. Pero los rojiblancos ahora se sienten vulnerables. Sus delanteros no encuentran el gol y ni siquiera son capaces de aprovechar regalos como el resbalón de Lemos que dejó a Gameiro solo delante de Javi Varas en la segunda mitad. El control del francés equivocó el camino, lo alejó del camino y la jugada terminó en nada.

El remate al poste de Saúl en la primera parte parecía más fruto de la casualidad que de cualquier otra circunstancia. Fue una jugada aislada, porque el que generaba peligro era el equipo visitante. Moyá demostraba que está preparado para sustituir a Oblak, pero por delante pocas cosas funcionaban.

Simeone pedía tranquilidad después de que Lemos mandara al larguero un disparo lejano y de que El Zhar rematara fuera un centro de Livaja desde la izquierda en dos jugadas casi consecutivas. El Cholo era incapaz de centrar a un equipo que parece desorientado en estos momentos. Ha perdido sus referencias. Oblak está lesionado y Griezmann no acierta con el gol. Gameiro trabaja, pero no compensa la falta de goles de su compañero. El ex jugador del Sevilla remató fuera la mejor jugada del Atlético, una combinación de Vrsaljko y Koke en el primer tiempo que terminó en un pase del centrocampista desde la derecha que Gameiro no aprovechó. Antes, en los primeros minutos del partido, sus ansias por aprovechar un contraataque le hicieron resistir un empujón de Bigas que le desequilibró lo suficiente para no dar con la suficiente tranquilidad un pase a Griezmann, que llegaba por su izquierda en una jugada que terminó despejada por Lemos.

Gameiro se esfuerza, roba balones y aparece en el área para rematar lo que se encuentra. Griezmann no aparece por ningún sitio. Un problema demasiado grande para el Atlético, que no encuentra alternativas para sumar goles y puntos. La explosión goleadora de Carrasco, que llegó con sus tres tantos al Granada, se ha detenido. Y nadie se anima. Hastas que apareció Saúl para rematar una pelota suelta y ponerla con la izquierda lejos de las manos de Javi Varas.

Eran los mejores minutos del Atlético. El gol llegó por la insistencia del equipo de Simeone en presionar arriba a la salida del balón del equipo canario. Pero le falta continuidad. El Atlético de Simeone siempre ha presumido de su buena forma física. Pero puede que sea la cabeza de los jugadores la que está agotada, la que les ha hecho bajar los brazos en la Liga mientras resolvían con autoridad su pase a los octavos de final de la Liga de Campeones.

El Cholo siempre ha sabido cómo mantener el equipo en tensión, pero ahora echa de menos la regularidad de otros tiempos. El Atlético tiene un problema y el gol de Saúl, de momento, sirve para disimularlo.