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El Barça, campeón de Liga tras imponerse 0-2 al Espanyol

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Lamine Yamal lidera el triunfo del Barcelona ante el Espanyol y lo corona con su título de Liga número 28

Un golazo de la estrella adolescente y el remate final de Fermín dan al Barcelona la victoria ante un gran Espanyol y el título de Liga número 28 para los azulgrana

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El golazo de Lamine Yamal ante el EspanyolEnric FontcubertaAgencia EFE

Joshua Cervantes
Francisco Martínez
Francisco Martínez

Creada: 16.05.2025 00:01

Última actualización: 16.05.2025 00:01

El Barcelona cantó el alirón a la primera agarrado a la zurda de Lamine Yamal. En un derbi contra el Espanyol espeso y tenso, el adolescente irrumpió con su gol preferido para dar a los azulgrana el triple nacional: Supercopa, Copa y, ahora, Liga, el trofeo que más premia la larga temporada. Es la número 28 de su historia.

Pero además de los títulos, el Barcelona ha recuperado la confianza en sí mismo, con un equipo de muchos jóvenes, liderados por Lamine. El extremo ya era un futbolista más que presente, pero se ha convertido definitivamente en un fenómeno mundial, y además parece que se siente cómodo en ese papel. El «no es un niño» que dijo Flick para definir a Lamine en la previa no hacía referencia a lo que pone en el carnet de identidad, que señala que hasta julio no será mayor de edad, hacía referencia a lo que muestra sobre el campo, cada vez más maduro en sus acciones y sin miedo a asumir responsabilidad.

Empezó el Barcelona el partido con las pulsaciones bajas y el Espanyol estuvo a punto de penalizarlo. En los primeros diez minutos, logró salir de la presión azulgrana en un par de ocasiones para dejar a dos futbolistas encarando la portería. Urko remató demasiado cruzado y Puado tiró con intención muy ajustado, pero se encontró con la respuesta de Szczesny, criticado los últimos partidos y decisivo esta vez. Edu Expósito era el dueño del centro del campo y lanzaba a sus compañeros ante la adelantada defensa del Barcelona, formada por una pareja casi inédita este curso, Araujo y Cubarsí, aunque el uruguayo tuvo que ser sustituido en el arranque de la segunda parte. No ha sido su año. Tuvo que correr para atrás mucho el equipo barcelonista, pero la clave, como bien suele explicar Flick, es general. Si los delanteros y los medios no aprietan con orden, el rival supera líneas y los espacios están ahí.

Le costó al Barcelona tomar el control de la situación. Pero fue un dominio insulso. No parecía que los chicos de Flick se estuvieran jugando la primera opción de ser campeones, algo pasivos ante un rival que defendió de maravilla y que tenía muy bien tapado el lado derecho del ataque azulgrana, donde Lamine Yamal no podía encarar y avanzar casi nunca porque aparte de Romero y Cabrera, Puado también vigilaba la zona. El Espanyol ya no llegó tanto al ataque, pero cada vez que pudo salir, la sensación de peligro era latente. El Barça lo intentó con un par de acciones milimétricas casi imposibles o con un tiro lejano de Pedri, síntoma de que no estaban jugando bien y había que explorar otros caminos. Sólo en el desorden dieron la impresión de acercarse al gol. Cuando se llevaban un balón dividido, o con un rebote, y el Espanyol se descolocaba un poco, pero tampoco ahí supieron resolver la situación Pedri y Olmo, con Raphinha tirando muchos desmarques, aunque poco participativo, y cada vez más en la zona central para juntar futbolistas por ahí, sin éxito.

No fue el partido más brillante del Barcelona, que ha llegado a este tramo final del campeonato algo justo de fuerzas, y le ha tocado tener que defender muchos resultados justos, lo que puede interpretarse de forma positiva ya que ha conseguido sacarlos adelante. Sólo necesitó Lamine tener hueco en una ocasión, sólo un pequeño agujero, para poder hacer el regate hacia fuera y generarse la posibilidad del disparo. Con un poquito de libertad, pudo hacer el tiro a la escuadra, hacer que la pelota dibuje la curva perfecta. La estirada de Joel García, que está haciendo una temporada brillante, se quedó lejos de llegar. Lamine estuvo en el gol y en la polémica del día, la expulsión de Cabrera por un manotazo en el estómago cuando quería proteger la pelota. Fue tras revisión en el VAR, aunque la acción está abierta a cualquier interpretación, y todas pueden ser válidas.

Con diez tampoco se rindió un Espanyol que no dejó de intentarlo, y que Christensen, Cubarsí y Eric García lograron contener, además de Szczesny con una parada a Roberto. Fermín puso la guinda al final y el Barcelona ya sí pudo celebrar el título de Liga. Es la segunda que conquista Lamine Yamal, pero es la primera del «Barça de Lamine».

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