«Esta vez dimos la cara... pero hay que ganar»

Vi el partido con Álex, compañero en «El Chiringuito» y valencianista de pro. Y las tensiones empezaron desde que se desplegó una pancarta de agradecimiento a Benítez en Mestalla, que decía: «Nos regalaste los mejores años de nuestras vidas, gracias». «Nosotros queremos a Benítez, no como en Madrid», me espetó Álex. Y yo entiendo a mi amigo, les dio los años de mayor felicidad de toda su historia... aunque le pitaran hasta que se tuvo que ir. Pero el Madrid es otra cosa.

- Delicia de gol

El golazo de Benzema y de toda la BBC abrió el fuego: «¡Qué golazo, es una delicia!», exclamaba entusiasmado D’Alessandro. Hubo un aplauso cerrado de toda la redacción, más que un grito de «gol», que es lo habitual. Una sensación que pocas veces había tenido, lo cual dice mucho de la belleza del tanto que marcó el Madrid. Si quisieran funcionar siempre así, sería otra cosa. Hasta Álex se llevaba las manos a la cabeza: «Nada que decir, Nacho. Tengo que quitarme el sombrero».

- Vaya con el árbitro

Pero llegaron los penaltis. Álex es un cachondo. Yo le reconozco que el de Pepe me parece penalti clamoroso... pero él no admite que derribaron a Bale en el área en la jugada justo anterior. ¡Mucho morro! Se escuda con que quiere ver más veces la repetición, pero no cuela.

- Bale, creciendo

En la segunda parte volvió a brillar Bale. Es la luz en los últimos partidos. Está enganchado, marcando goles importantes. Hasta tuvo la osadía de tirar una falta que le cedió Cristiano. Y cuando no había terminado de celebrar su tremendo cabezazo, tuvo que entrar en escena... ¿quién si no? Cristóbal Soria, que se reía tras el tanto del empate del equipo che: «Ahora tenéis que inventaros otro titular». Con Álex ni se podía hablar: estaba por ahí dando saltos como un loco.

- Casta con diez

Al final nos dimos la mano y reconocimos que el empate era justo, árbitro al margen. El penalti a Bale pudo haber cambiado las cosas, pero al menos vi al equipo dar la cara, especialmente con diez. Somos el Madrid y hay que ganar siempre, sí. Pero esta vez terminé con una sonrisa.