Soucek: sangre, sudor y Fábregas

Una de las imágenes de Tomas Soucek que dio la vuelta al mundo fue cuando el pasado febrero chocó cabeza con cabeza con Dávinson Sánchez. Su ceja se abrió y empezó a manar sangre de forma abundante, pero no impidió que se levantara del suelo y se preparara para intentar despejar el balón como fuera. No tuvo que hacerlo, rebotó en un compañero, y ya si era el momento de irse al suelo por la conmoción. Pero de rodillas todavía le dio tiempo a mostrar una sonrisa. Le pusieron un parche, aguantó todo el partido y su equipo venció al Tottenham. Por jugadas así se ha ganado un hueco en el corazón del West Ham y es considerado el líder de la República Checa. Y acciones así las vive con normalidad porque su padre, entrenador en Havlickuv Brod, donde nació, se lo llevaba con él y lo hacía jugar con chicos dos o tres años más mayores. Es indudable la influencia de los padres de Soucek en que él fuera futbolista, al menos deportista, porque la madre practicaba balonmano y después se pasó a disputar medias maratones y maratones. «Cuando yo era más joven a veces la acompañaba a correr al bosque», admitió el futbolista en «Mirror».

Si se coge la parte de carácter que heredó del padre y el fondo físico que obtuvo junto a su madre se explica el jugador que es Soucek, un centrocampista de esos capaces de robar un balón en su propia área y acabar rematando la acción en la contraria. Un futbolista de los que se llama «box to box», el que más kilómetros ha recorrido esta temporada en la Premier, 13 kilómetros por partido de media que han ayudado a que el West Ham se convirtiera en una de las revelaciones, clasificado para la Liga Europa y peleando por la Champions casi hasta el final del campeonato.

Vuelve a Europa un conjunto que casi desciende en 2020. Soucek llegó cedido en enero del año pasado con el equipo peleando en los últimos puestos, no le costó adaptarse, pasó la pandemia y después logró la salvación en ese fútbol sin público que se vivió en el mes de julio. El West Ham ejecutó la opción de compra del medio y lo fichó hasta 2024 a cambio de 16 millones de euros. Pertenecía al Slavia de Praga, donde ya conoció lo que es jugar competiciones continentales. Se fogueó con Messi en la Champions 2019/20, en un grupo en el que también estaban el Inter de Milán y el Borussia Dortmund.

Soucek ha reconocido que cuando era más joven se fijaba mucho en el español Cesc Fábregas, que es su referente, y quizá de ahí le venga su buen trato de balón; y que también aprendió mirando a Yayá Touré. El incansable jugador checo ha disputado todos los minutos (3.420) de todos los partidos (38) de la Premier este curso, sin ser sustituido ningún día. Pero es que, además, en muchas ocasiones «juega» dos veces los encuentros. «Cuando llego a casa no puedo dormir. Las acciones pasan por mi cabeza, lo que hice bien lo que hice mal. A veces vuelvo a ver los partidos, es como si formara parte del entrenamiento», confesó a la CBS.