Deportes

Opinión

¿Luis Enrique y diez más?

Cuando uno se cruza con Manolo el del Bombo es fácil querer que la selección española gane. Si se trata del seleccionador...

Álvaro Morata y Luis Enrique, en el viaje a Sevilla de la selección española antes del partido ante Polonia
Álvaro Morata y Luis Enrique, en el viaje a Sevilla de la selección española antes del partido ante PoloniaPablo GarcíaRFEF/EFE

Cuando te cruzas con Manolo el del Bombo en la calle Francos, a unos pocos pasos de La Giralda, es muy fácil querer que la selección española gane sus partidos y se meta en octavos de final. El mítico aficionado número uno de la Roja necesita que le lleven su famoso instrumento y levanta el pulgar para que los viandantes reparen en él y le digan el típico: «Venga, Manolo, que el sábado ganamos». Fútbol puro y entrañable.

En cambio, cuando uno escucha a Luis Enrique con ese tono desafiante con la Prensa que es incapaz de quitarse de encima, la cosa cambia. El seleccionador de España debe ser el de todos y lo cierto es que el asturiano no pone mucho de su parte. Lo intenta, es cierto, pero le sale regular. Desde que se puso al frente de la Roja ha rebajado el tono que gastaba en los clubes, pero sigue siendo Lucho. El de siempre. Ni el cabezazo de Tassotti que rompió su nariz y el corazón de todos los españoles le ha acercado a los aficionados. Pero bueno, cuando hoy el balón ruede en La Cartuja, esperemos que sin saltos por los hoyos en el césped, toda España se pondrá la camiseta de la selección y apoyará a Morata, titularísimo como ya anunció ayer el técnico.

Al delantero hay que reconocerle el sudor que derrocha y que pidiera ponerse delante de los micrófonos en la previa del decisivo segundo encuentro. El seleccionador le da toda la confianza y recuerda que sólo Harry Kane y Villa marcaron más goles con 40 internacionalidades. Ahí queda eso.