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En Wembley, entre Raffaella Carrá y Manolo Escobar

Las aficiones de Italia y España cantaron «Explota, explota, me expló» como si fuera suyo

Aficionados españoles animan antes del encuentro de semifinales de la Eurocopa 2020 entre Italia y España
Aficionados españoles animan antes del encuentro de semifinales de la Eurocopa 2020 entre Italia y EspañaKiko HuescaEFE

Las previsiones de la UEFA estimaban la presencia de 11.000 italianos y 9.000 españoles en las gradas de Wembley. A España le tocaba defender y mientras los aficionados de la «azzurra» calentaban las gargantas una hora antes del partido para animar a su selección los españoles respondían con pitos.

Los italianos eran más o al menos madrugaron más para llegar al estadio. En el metro todo eran camisetas y banderas italianas. «Italia», decían cada vez que entraba uno nuevo en el vagón. «Il calcio torna a casa» cantaban algunos, versionando el clásico «Football is coming home», que sirvió de himno a la Eurocopa del 96.

El colorido se reservaba para el trayecto hacia el estadio y las gradas. Las restricciones por el covid hacen que la ciudad no se vista con camisetas de fútbol mucho antes de la hora del comienzo del partido. Italianos y españoles presentes en las gradas eran residentes en el Reino Unido. No es el típico público que acude a la «fan zone» o recorre la ciudad desde por la mañana con la camiseta de su selección puesta. Por eso la fan zone estaba vacía en la mañana del martes, esperando la hora de comienzo de un festival previo al partido como único atractivo.

Los italianos también ganaban en los restaurantes. Alguno ofrecía bebida gratis al que comprara una pizza vestido con una camiseta de Italia. Aunque en el cartel se viera que la estrategia ya la habían utilizado antes con Inglaterra. El nombre de «England» aparecía tachado, pero todavía visible.

La primera «batalla» en las gradas comenzó con la salida al campo del equipo italiano, pero las dos aficiones no tardaron en ponerse de acuerdo cuando por megafonía sonó «Explota, explota me expló». La UEFA permite a las selecciones escoger algunas de las canciones que suenan para calentar el ambiente en el estadio. El himno de Raffaella Carrá fue el elegido por los italianos para animar a a sus jugadores y como homenaje a la estrella fallecida un día antes. La dos aficiones la cantaron, cada una en su idioma. Porque Raffaella era un poco de todos.

La respuesta de los españoles fue el clásico «Que viva España», de Manolo Escobar. Los estadios de fútbol y los hinchas vestidos con la camiseta de la selección parecen los únicos legitimados por la Constitución para seguir cantando esa canción en público.