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Inglaterra-Italia

Björn Kuipers, el árbitro más rico del mundo pitará la final de la Eurocopa

Su patrimonio ronda los 14 millones de euros y es un empresario de éxito dueño de varios supermercados y una peluquería

El árbitro neerlandés Björn Kuipers, durante el partido entre la República Checa y Dinamarca en la Eurocopa 2020
El árbitro neerlandés Björn Kuipers, durante el partido entre la República Checa y Dinamarca en la Eurocopa 2020Valentin Ogirenko / POOLEFE

A diferencia de otras épocas, hoy en día los árbitros son profesionales cien por cien, pero Björn Kuipers (Oldenzaal, Países Bajos, 48 años) tiene edad suficiente para ser árbitro y algo más. El encargado de dirigir la final de la Eurocopa en Wembley es un empresario de éxito cuando deja el silbato en el cajón y está considerado como el colegiado más rico del mundo. Su fortuna ronda los 14 millones de euros, una solvencia económica que procede de la cadena de supermercados que dirige. Esta actividad le viene de familia, porque su abuelo y su padre ya tenían este tipo de tiendas. Él continuó y amplió el negocio hasta incluso convertirse en socio del gigante del sector Jumbo, lo que definitivamente disparó económicamente su negocio.

Es licenciado en Gestión y Dirección de Empresas y se encarga personalmente de la suya siempre que el arbitraje se lo permite. «Cuando viajo a dirigir un partido, en el hotel la noche anterior reviso las cifras y el trabajo que hay que hacer en el supermercado», contaba hace tiempo en una entrevista.

Se trata de un clásico en los grandes partidos de las competiciones con sello de la UEFA, y mañana va a concentrar todas las miradas. En Italia hay muchas suspicacias con el posible trato de favor a Inglaterra, anfitriona de las semifinales y la final y que tuvo una clara ayuda arbitral ante Dinamarca con ese penalti inexistente tras el piscinazo de Sterling. Pero no parece que para Kuipers este tipo de presión sea ningún problema. Se trata de un «boina verde» del arbitraje europeo que afrontará su séptima final de una competición organizada por la UEFA. Ya dirigió la final de la Liga Europa de 2018 entre el Olympique y el Atlético; la de la Liga de Campeones de 2014 entre el Real Madrid y el Atlético; la Liga Europa de 2013 entre el Benfica y el Chelsea; la del Europeo Sub’21 de 2009 entre Alemania e Inglaterra; la del Europeo Sub’17 de 2006 entre la República Checa y Rusia; y la Supercopa de 2011 entre el Barcelona y el Oporto.

Vamos, que se las sabe todas e interpreta como nadie ese arbitraje continental un poco distinto y más permisivo al que se ve en las ligas nacionales. En estos tiempos, no es sólo el colegiado de campo el que está en la diana, mañana compartirá esa carga con el alemán Bastian Dankert, que será el árbitro de VAR y estará asistido por el neerlandés Pol van Boekel y los alemanes Christian Gittelmann y Marco Fritz. En este equipo arbitral habrá además una doble presencia española con Carlos del Cerro Grande como cuarto árbitro y Yuste Jiménez como árbitro asistente de reserva.

En esta Eurocopa, Kuipers ya ha pitado dos partidos de la fase de grupos: el Dinamarca-Bélgica y el Eslovaquia-España en el estadio de La Cartuja, y el partido de cuartos de final entre la República Checa y Dinamarca. Con su selección eliminada en octavos ahora le llega la oportunidad de pitar el Inglaterra-Italia, del que saldrá el vencedor de un torneo en el que no ha habido grandes polémicas arbitrales hasta ese penalti a Sterling. Él se lo toma con tranquilidad, asegura que trata a las estrellas del fútbol con el mismo respeto y profesionalidad que a los clientes de su supermercado.