Eurocopa

La mejor España se queda en el camino (2-1)

Un gol de Esther ilusionó con las semifinales durante media hora. Inglaterra empató cerca del final y derrumbó a la selección en la prórroga en un partido en el que fue inferior

España se quedó al borde de las semifinales de la Eurocopa después de hacer el mejor partido del torneo contra el peor rival posible. Se trataba de que la selección mantuviera su personalidad, de que dominara la pelota y el partido, de que mandara en el juego. Pero tenía que hacerlo contra todo y contra todos, como dicen muchos aficionados del Atlético de Madrid. Pero lo que, en el caso del equipo rojiblanco, no deja de ser una frase de autoayuda, era una realidad para la selección.

Enfrente estaba la anfitriona y gran favorita, un equipo que había ganado sus tres partidos de la primera fase con catorce goles a favor y ninguno en contra. Con una jugadora, Mead, que había marcado tantos goles como todo el equipo español y con el público a su favor. Contra todo eso pudo España a pesar de no contar con sus dos mejores jugadoras, Alexia Putellas y Jenni Hermoso, lesionadas antes de comenzar el torneo.

Un gol de Esther González, la delantera con la que Vilda el seleccionador, comenzó el torneo y que no había vuelto a ser titular hasta el cruce contra Inglaterra, adelantó a España. Pero mucho mérito del gol corresponde a Athenea del Castillo. El seleccionador recurrió a ella tras el descanso para que rompiera a lqa defensa inglesa por la banda derecha. Y eso hizo. Un regate y un pase atrás para que Esther tuiviera tiempo para controlar y para rematar a gol.

El justo premio para España, que fue mejor durante todo el partido. Hasta el gol del empate, sólo durante algunos minutos Inglaterra había podido enseñar los dientes. En el comienzo del encuentro y al final de la primera mitad, cuando la selección que dirige Jorge Vilda se vio encerrada en su área y con dificultad para superar la presión cuando trataba de sacar el balón. Buscaban las inglesas a su delantera, White, una rematadora como hay pocas, pero no estuvo acertada. Marcó un gol, pero estaba en posición adelantada y Frappart, la árbitra, lo anuló por fuera de juego. Inglaterra era superior físicamente y de eso trataba de sacar provecho con los balones a su delantera, pero no lo parecía. Tampoco Mead encontró el camino y las dos se marcharon en el descanso con sensación de impotencia.

Tuvo que esperar Inglaterra para marcar el gol del empate. Fue en una jugada discutida, un balón centrado desde la derecha por el que peleaban Russo, la nueva delantera inglesa, e Irene Paredes. El brazo de Russo impidió que la capitana española disputara la pelota, pero esta vez no hubo una segunda opinión que contradijera la de Frappart. La jugada siguió y Toone, sin dejarla caer, marcó el tanto del empate.

Las protestas del banquillo español terminaron con una tarjeta amarilla para Misa, la portera suplente, que en pleno enfado, dio una patada a la nevera donde se enfriaban las bebidas.

Algo se rompió ahí en el equipo español, que había llegado hasta la orilla sintiéndose semifinalista y otra vez tenía que volver a empezar. Pero ya las inglesas habían recuperado la confianza. Y España, que había llegado con facilidad por el costado derecho que atacaba Athenea –llegó a mandar un balón al larguero– se encontraba con todos los caminos cortados.

La facilidad con la que Aitana Bonmatí ordenaba el juego del equipo ya no aparecía. La centrocampista del Barcelona había marcado el ritmo del partido, dando sentido al juego de España y encontrando los agujeros por los que hacer daño a las inglesas.

Un disparo de Stanway desde fuera del área terminó de romper a España. Sandra Paños no llegó e Inglaterra, que se había visto fuera de su torneo durante media hora, de repente se encontraba en las semifinales.

El gol sirvió también de despertador para España, que volvió a volcarse sobre el campo inglés. Vilda se acordó, incluso, de Amaiur, la delantera de la Real Sociedad que parecía la solución a los problemas de remate de España durante todo e l torneo. Pero tuvo que esperar a la prórroga para disputar sus primeros minutos.

El gol no llegó, pero España se marcha orgullosa de la Eurocopa.

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