Eusebio Sacristán: «Cruyff nos enseñó a pensar en el campo»

Catorce años separan la primera Copa de Europa que ganó el Barcelona de la segunda. En ambas estuvo Eusebio Sacristán (13/4/1964, La Seca). En 1992 como jugador, a las órdenes de Cruyff. En 2006, como segundo entrenador de Rijkaard. Con voz pausada, recuerda algunos de aquellos momentos en una conversación muy futbolera.

- ¿Qué le enseñó Cruyff?

- Nos enseñó a pensar dentro del campo, nos dio pautas a nivel de toma de decisiones, de elección de cómo colocarnos para que tuviera sentido, para que hubiera líneas de pase, dejadas de cara, profundidad, que haya una buena colocación del cuerpo para recibir con ventaja...

- Y todo sonaba novedoso...

- Eran soluciones que antes aprendías por instinto o a través del error. Nos dio las pautas para mejorar ese proceso de aprendizaje. En los primeros años de Johan, paraba el entrenamiento a cada momento para corregirnos y decirnos cuál era el pase ideal para que tuviéramos ventaja.

- ¿Dijo aquello de «diviértanse» antes de la final de Wembley?

- Las palabras exactas no las recuerdo, pero la sensación era ésa: que había que estar tranquilos. Él había ganado ya tres «Champions» como jugador y para él era, no te diría una más, pero casi, pero para nosotros era la primera gran experiencia.

- ¿Era una presión añadida que se hubieran perdido las dos finales anteriores?

- Nosotros llegamos tras la decepción de Sevilla (Copa de Europa perdida en los penaltis) y al aficionado lo vimos desanimado; pero con nuestro juego, los títulos... Las sensaciones eran buenas. Lo del pasado había quedado atrás y nos veíamos como que teníamos que ser nosotros los que diéramos la vuelta a la historia.

- ¿Cuál es su recuerdo de aquel partido?

El gol. Sabíamos que estábamos entrando en la historia.

- La falta se la hacen a usted.

- Yo soy el que la provoca.

- Hay quien dice que no fue...

Hay una retención de balón del jugador de la Sampdoria y el árbitro lo entendió así.

- Y teniendo a Koeman...

- Eso es. Sabíamos de la eficacia de Ronald, y los jugadores de la Sampdoria también, por eso protestaban tanto.

- Años después, con Rijkaard, el club estaba en una situación parecida: cinco años sin títulos.

- Había cierta desilusión y el primer año nos costó, pero acabamos bien la segunda vuelta. El segundo año ganamos la Liga y ya en esta dinámica tan positiva, llega la posibilidad de jugar la final de «Champions» y ganar la segunda. Sentí algo parecido en las dos ocasiones.

- Fueron ustedes quienes adelantaron la posición de Xavi...

- Empezamos con un 4-2-3-1 o 4-3-1-3 con Ronaldinho de mediapunta, pero el cambio al 4-3-3 hizo que Xavi pasara del doble pivote a interior, donde tenía más posibilidades de pase, a los compañeros más cerca, la opción de llegar a segunda línea... A sus características le iba mejor.

- E Iniesta no era titular...

- Teníamos a Xavi, Deco, Edmilson, Márquez, Cocu... Iniesta era el más joven, Frank quería mantener el equilibrio y por eso a él le tocaba salir desde el banquillo. Era un comodín de lujo. Decíamos: «¿Qué necesitamos?». Si queríamos llegada, le poníamos en el interior; si queríamos claridad en la organización, de pivote; si queríamos tener el balón en posiciones adelantadas, le metíamos arriba.

- Quedan tres de aquella época: Messi, Xavi e Iniesta.

- Hace nada fueron nominados los tres mejores del mundo. En aquel momento Puyol reconocía: «Llevo cuatro años aquí y todavía no he conseguido nada». Y fíjate, pasa el tiempo y son los jugadores que más títulos han ganado en la historia del Barça y del fútbol español. Los pillamos en su inicio y sabíamos que tenían grandes condiciones, pero pensar que llegarían a este nivel...

­ ¿Ni en Messi se podía intuir?

- Lo que hacía con 16 años era fantástico, pero llegar a adivinar que iba a ser tan grande... Tenía mucho descaro y veteranos como Ronaldinho y Deco le arroparon. Percibían todo el talento que tenía y les gustaba tenerlo al lado.

- Ahora parte otra vez desde la derecha, como en su época...

- Teníamos a Etoo, Giuly y Ronaldinho... Entendíamos que desde la banda podía ser efectivo. Sigue mejorando y teniendo ambición. No hay palabras para definirlo. Lo mejor es verle y quedarte con la boca abierta.