"Caso Negreira"

«Se extrañó de no recibir la habitual visita del presidente»

El hijo de Negreira tiró de las orejas al Barça porque Bartomeu no bajó a los vestuarios del árbitro en la final de la Supercopa de 2014

Enríquez Negreira alega que no puede ir a declarar porque sufre alzhéimer
José María Enríquez Negreira (izda.), durante su etapa como árbitro profesionalAgencia EFE

Los informes del hijo de Rodríguez Negreira al Fútbol Club Barcelona que jalonan el sumario judicial trascienden en ocasiones los meros apuntes técnicos para ahondar en recomendaciones de usos y costumbres para mantener una buena relación con el colectivo arbitral. Unos apuntes que Javier Enríquez realizaba mientras su padre, José María Enríquez Negreira, era vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA) -mientras, entre 2001 y 2018, percibió del Barça siete millones de euros por supuestas asesorías verbales que ahora investiga la Justicia-.

El hijo de Negreira (que a diferencia de su padre no ha sido imputado por la jueza, que a día de hoy considera que el entonces mandatario arbitral actuó a espaldas de su hijo) no solo recomendaba al club azulgrana cuidar «al máximo» la relación con trencillas con proyección –«arbitrará partidos importantes durante muchas temporadas», en referencia a Gil Manzano– o en quienes atisbaba posibilidad de llegar a presidir el Comité Técnico de Árbitros, como en el caso de Velasco Carballo. Además, sus observaciones incluyen algún tirón de orejas por esos intangibles que, según su criterio, contribuyen a afianzar una buena relación con el colectivo arbitral.

Así se pone de manifiesto, por ejemplo, en un informe que remitió al club azulgrana en relación a Velasco Carballo en el que reseña que la última ocasión en la que arbitró al Barça fue en el partido de vuelta de la final de la Supercopa contra el Athletic, que se jugó en el Camp Nou el 17 de agosto de 2015. Javier Enríquez deja constancia de que el rencilla «expulsó a Piqué por insultar al asistente» y discutió con el delegado de equipo. Pero, sobre todo, llama la atención este apunte: «Se extrañó al no recibir la habitual visita del presidente al vestuario» (en esas fechas el máximo mandatario de la entidad era Josep Maria Bartomeu, aunque –matiza– le restó importancia. En todo caso, deja claro que esa postrera visita al estadio azulgrana «fue conflictiva».

"Se recomienda acudir en masa a pedirle la expulsión"

También significativo, teniendo en cuenta que quien lo realiza es el hijo del entonces vicepresidente de los árbitros, es el apunte respecto a Monescillo-Dámaso de cara a un partido del Barça B contra Osasuna en agosto de 2014. «En situación de posible ocasión manifiesta de gol a favor –advierte al club–, se recomienda acudir “en masa” e inmediatamente a pedirle la expulsión».

Leo Messi también asoma en esos informes. Sobre Mateu Lahoz, sin ir más lejos, indica que «es fácil que a Jordi Alba no le permita ninguna protesta o que amoneste enseguida a Piqué o Mascherano por entradas». Asimismo, es habitual «que deje de señalar faltas sobre Meymar», puntualiza. Y concluye: «Con Messi ahora está mejor».

«La pasada temporada amonestó a Messi por perder tiempo tras recibir un botellazo», recuerda en otro informe -este sobre Fernández Borbalán, en relación a un Español-Barcelona de octavos de final de la Copa del Rey de enero del año 2016.

Su último partido al Barcelona, apunta quien sabe si para tranquilizar al club, «fue el 0-4 en el Bernabéu». Un encuentro, dice, que «no tuvo complicaciones» y en el que «acabó mostrando una roja directa a Isco por una patada», aunque –subraya– «dejó de señalar un penalti de Sergio Ramos que le suponía la segunda amarilla».

Posibles "pagos opacos a terceros"

Asimismo, pone el acento en que en el anterior encuentro que arbitró al Barça, contra el Levante, «llegó a pitar dos penaltis a favor del Barcelona, aunque pudo pitar hasta cuatro».

A diferencia de los informes de Javier Enríquez, la Agencia Tributaria constató que en relación con el supuesto «asesoramiento técnico» prestado por su padre al club blaugrana «no se ha aportado documento alguno que acredite que se prestaba un servicio» a la entidad. La Fiscalía cree que esos 7,5 millones los pagó el Barça para garantizarse un trato de favor del colectivo arbitral.

Hacienda corroboró que Enríquez Negreira retiró más de 550.000 euros en efectivo entre 2016 y 2019 de las cuentas de Dasnil 95 y Nilsad SCP (en las que se ingresaban los pagos procedentes del Barcelona). Los investigadores intentan esclarecer ahora si ese comportamiento puede estar vinculado con «pagos opacos a terceros», puesto que en ese periodo «constan pagos en VISA en cantidades relevantes» (132.000 euros), «que estarían ya cubriendo la mayor parte de los gastos personales», por lo que «no necesitaba retirar fondos en efectivo por un importe tan elevado».