Fútbol
Los fichajes que arruinaron al Barcelona y provocaron la marcha de Messi
Entre 2016 y 2020, el Barça gastó más que nadie en Europa, con un saldo negativo de casi 500 millones de euros
Leo Messi se va entre lágrimas del Barcelona y deja un club que vive en la ruina después de dilapidar una fortuna en fichajes. Según un informe del Centro Internacional de Estudios del Deporte (CIES), que colabora de forma habitual con la FIFA, el Barcelona es uno de los tres clubes europeos con un balance más deficitario entre ingresos por traspasos y gastos por fichajes desde 2016, junto a Manchester United y Manchester City. Este desequilibrio financiero causado por los fichajes ha terminado provocando que Messi tenga que marcharse del club.
Y la situación no parece que vaya a mejorar, ya que en el último ejercicio, cerrado el pasado 30 de junio, el Barcelona registró unas pérdidas de 487 millones de euros, según reconoció su presidente, Joan Laporta: “Pensábamos que serían 200 millones, pero no, serán 487 millones”.
En este ruinoso periodo, que coincide con la presidencia de Josep Maria Bartomeu, el Barcelona presentó un balance negativo en sus fichajes de 471 millones de euros, después de haber gastado 1.171 millones, más que nadie en Europa en ese periodo (2016-2020), y haber ingresado 700 millones. Solo tuvieron peores números que el Barça los dos equipos de Manchester. El City registró un desfase de 631 millones (1.006 de gastos y 375 de ingresos) y el United, de 586 millones (832 de gastos y 246 de ingresos). Los números del PSG, el club que parece con más opciones de fichar a Messi, no son mucho mejores que los del Barcelona, ya que en ese periodo tuvo un balance negativo de 455 millones (854 de gastos y 399 de ingresos).
El saldo negativo de 471 millones en el Barcelona contrasta con el del Real Madrid (-91 millones) y Atlético (-102). En esos cinco años, el Madrid gastó 510 millones de euros menos en fichajes que el Barcelona.
En es periodo que cubre el informe del CIES, el Barça aumento de forma exagerada la masa salarial de la plantilla y dilapidó una fortuna en futbolistas que, en la mayoría de los casos, han ofrecido un rendimiento muy discreto, pero que han tensionado tanto la economía del club, que han terminado provocando la marcha de Messi.
En la temporada 2016-17, el Barcelona gastó 35 millones de euros en André Gomes, 30 en Paco Alcácer, 25 en Samuel Umtiti, 16,5 en Lucas Digne y 13 en Jasper Cillessen. De todos ellos, solo Umtiti ha tenido un recorrido largo en el club, pero las lesiones apenas le han dejado rendir en las últimas temporadas.
El golpe que supuso la marcha de Neymar al PSG en 2017 después de pagar su cláusula de rescisión de 222 millones de euros, lo quiso compensar el Barcelona con fichajes multimillonarios de los que ahora paga las consecuencias. En la campaña 2017-18, el Barça gastó 374,5 millones que no sirvieron para compensar el agujero deportivo provocado con la salida de Neymar. Pagó 135 millones por Philippe Coutinho y otros tantos por Ousmane Dembélé; 40 por Paulinho; 35,7 por Nelson Semedo; 12 por Gerard Deulofeu; 11,8 por Yerry Mina y 5 por Marlon.
En la temporada siguiente contuvo el gasto, pero invirtió 41 millones de euros en el brasileño Malcom, que apenas jugó 24 partidos con el Barça y ahora muchos han recordado que pasó por el club después de marcar el gol que derrotó a España en la final de los Juegos de Tokio 2020. También se incorporaron aquella temporada Clément Lenglet (35,9 millones); Arthur (31); Arturo Vidal (18) y Emerson Royal, fichado por 12 millones, traspasado al Betis por seis y recuperado este verano después de pagar nueve millones al equipo andaluz.
En la campaña 2019-20, el gasto en fichajes se volvió a disparar por encima de los 300 millones. Pagó 120 por Antoine Griezmann; 86 por Frenkie de Jong; 26 por Neto; 20 por Junior Firpro; 20 por Pedri, el mejor fichaje del Barcelona en muchos años; 18 por Martin Braithwaite y siete por el brasileño Matheus Fernandes, que solo llegó a jugar 17 minutos con la camiseta del Barça. Fue contra el Dinamo de Kiev en Liga de Campeones.
La temporada pasada, el Barcelona volvió a frenar su inversión. Fichó de la Juventus a Miralem Pjanic, valorado en 60 millones, dentro de una operación de ingeniería financiera por la que Arthur se marchó al club italiano después de ser tasado en 72 millones. También se incorporaron Francisco Trincão, por 31 millones, y Sergiño Dest, por 21.
En el actual mercado de fichajes el Barcelona ha frenado en seco y solo ha gastado los mencionados nueve millones en Emerson Royal. El resto de incorporaciones, Memphis Depay, Sergio Kun Agüero y Eric García, han llegado con la carta de libertad. Una contención de gasto exigida por su falta de liquidez, pero que llega demasiado tarde para poder renovar a Leo Messi.
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