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Agüero y Ansu Fati, dos formas de ilusionar a un Barça que se la juega en Champions ante el Dinamo

El equipo azulgrana perdió por goleada (3-0) sus dos primeros partidos y está al límite con cero puntos

Ansu Fati bebe agua ante la presencia de Koeman en el último entrenamiento del Barcelona
Ansu Fati bebe agua ante la presencia de Koeman en el último entrenamiento del BarcelonaAlejandro GarcíaEFE

Aparte de ganar, o más bien para ganar, el Barcelona tiene que hacer algo que no ha conseguido en la presente Champions: rematar a puerta. Sí, son 180 minutos sin un tiro entre los tres palos; como consecuencia, sin un gol, y como le cuesta un mundo dejar su portería virgen, son cero puntos de seis posibles, situación límite antes de recibir al Dinamo de Kiev esta tarde en el Camp Nou (18:45). Una eliminación prematura tendría consecuencias morales, deportivas y económicas.

La diferencia en este tercer duelo es que ahora Ansu Fati ya está con más ritmo, con más minutos en sus piernas. «Pero es imposible que juegue tres partidos en una semana», frena la euforia Koeman. Contra el Valencia actuó una hora y en el Clásico del domingo lo más probable es que también sea titular, así que puede que hoy empiece en el banquillo. Otra de las novedades es que Agüero ya está con el equipo. El argentino fue el encargado de comparecer antes del decisivo encuentro, una pista de que puede salir de inicio, aunque quizá sea demasiado pronto. Ya se estrenó el pasado domingo. Sólo fueron unos minutos, apenas dos balones tocó, pero se llevó un aplauso enorme del Camp Nou, necesitado de futbolistas para emocionarse. «No me esperaba ese recibimiento y estoy muy agradecido. Lo que me queda ahora es demostrarlo en la cancha», explicó el Kun, muy juguetón, bromeando cuando el micrófono no funcionaba («Estaba durmiendo», dijo), con el responsable de prensa («Vos te sabés todos los nombres») y que repitió la palabra «equipo y trabajar» casi en cada intervención. No se marca un número de goles a marcar porque, opina, «cuando uno piensa en el gol, es peor».

Kun y Ansu, dos maneras de ilusionar, aunque con una duda sobre el argentino: el año pasado apenas pudo jugar 720 minutos (20 partidos) entre las lesiones y el coronavirus.