Ahora sí: ya hay acuerdo para el fichaje de Xavi por el Barcelona

Con algo de suspense, pero Xavi Hernández se ha convertido en el nuevo entrenador del Barcelona. Firma por esta temporada y dos más, hasta 2024, después de una jornada movida que comenzaba con el Al-Sadd anunciando la salida del técnico «tras el pago de la cláusula» y con algo de mala leche en el comunicado de su CEO: «Xavi nos informó hace unos días de su intención de regresar al Barcelona en esta etapa crítica que vive el club. Lo entendemos y decidimos no interponernos». El Al-Sadd no quería desprenderse de su técnico, y dejó claro que se iba después de pagar por su marcha, el punto que en un primer momento generó malestar en el Barcelona, que deslizó que, cuidado, la operación no estaba cerrada. Lo que cuesta la salida de Xavi es cinco millones. El entuerto se resolvió con la decisión de abonar esa cantidad a medias entre el club y el propio entrenador, aunque ese dinero podría pagarse en un futuro o con amistosos o algún compromiso publicitario, según informa «Mundo Deportivo». El lunes se conocerán los detalles. Si el Barça no lo hizo oficial es porque los abogados estaban redactando los contratos.

Hace meses, Xavi no era una de las opciones predilectas del presidente, que en la campaña electoral aseguró que todavía le faltaba un poco de rodaje, aunque también dijo que el cerebro del mejor Barça de la historia estaba predestinado a entrenar a su club algún día. Ese día ha llegado. El partido con el Celta será el último que dirija Sergi Barjuan, tras el empate con el Alavés y el importante triunfo en Kiev. En la presentación del técnico interino, el presidente opinó que ser entrenador en el Barcelona es más difícil que en otro equipo. «Porque exigimos resultados y juego», explicaba. «... O juego y resultados», matizaba el orden. Con Xavi tiene asegurado lo primero, aunque al final es lo segundo con lo que uno se gana las habichuelas. El nuevo preparador no esconde lo que es en el banquillo porque es lo mismo que era como jugador. «Lo más bonito del fútbol es tener el balón e ir al ataque y dominar con él». «Soy un obsesionado de la posesión, pero no por tenerla, sino para atacar». «El balón no es una bomba, es un tesoro», son algunas de las frases que suelta en una entrevista en «The Coaches Voice», en la que cuenta parte de su filosofía.

Estaba claro que los caminos de Xavi y el Barcelona se iba a encontrar. Eso ni cotizaba en las apuestas, la única duda es si no lo hace demasiado pronto. La única experiencia que tiene como técnico es en el Al-Sadd, donde se fue para retirarse como futbolista y dio el salto a la dirección. Organizó una comida para despedirse en la que se le escapó alguna lágrima. En el Barcelona lo que tiene ganado es que muchas de sus ideas ya están asimiladas, otra cosa será si la plantilla actual las puede ejecutar con éxito. Xavi llega con la temporada ya empezada y con el equipo descolgado en Liga. Será presentado el lunes, debutará ante el Espanyol el 20 de noviembre y tres días después tendrá la «final» contra el Benfica en Champions. Apenas tiene margen de maniobra para fichar. Lo que hay es con lo que cuenta, una vez que se recuperen los lesionados. A sus órdenes tendrá a Alba, Busquets, Piqué, Sergio Roberto y Ter Stegen, con los que coincidió en su etapa de jugador, lo que podría ser una ventaja o un problema si tiene que tomar decisiones duras. Sigue los pasos de Guardiola, como ya hizo en el campo, cuando fue su relevo natural. La batalla de la ilusión en el aficionado la tiene ganada y con eso cuenta Joan Laporta después del paso de Koeman con demasiados problemas, aunque pese a todo logró ganar la Copa del Rey.

Los números de Xavi como entrenador se resumen rápido: ha dirigido 91 partidos al Al-Sadd, con 62 victorias, 13 empates y 16 derrotas. Ha conquistado siete títulos, todos locales, ya que en la Champions de Asia no ha podido triunfar. Su experiencia en los banquillos es escasa; en Europa, ninguna, pero conoce perfectamente el Barcelona por dentro y el estilo de juego. Dijo en TV3 que el que llegara al Camp Nou no tenía que hacerlo como un “mesias”, aunque algo de eso hay en su fichaje.