Ansu Fati se lesiona ante el Celta y De Tomás ocupa su lugar en la selección

Todo le estaba saliendo de cara al Barcelona en la primera parte en Balaídos. La primera que tuvo, para adentro: Ansu Fati logró el 0-1 en una posición complicada. Se confirma que su relación con el gol es de la que sólo tienen los elegidos. Hasta Busquets marcó en un tiro desde fuera del área y Memphis logró el 0-3 de cabeza. Un día de paz por fin para el equipo azulgrana... Pero no. Justo antes del descanso, Ansu se desmarcó, se pegó una carrera y tuvo que parar cojeando. Se llevó la mano a la parte de atrás del muslo, a los isquiotibiales. La lesión muscular está cantada, a la espera de pruebas para saber si tiene un desgarro o una rotura, y de cuántos centímetros.

El canterano, el “10″, el hombre que más ilusiona a la afición barcelonista en el césped, se tuvo que retirar y sigue con su regreso tortuoso a los terrenos de juego. Estuvo diez meses parado por un problema en el menisco que se le complicó y del que tuvo que ser operado varias veces. Eso hizo que se perdiera casi toda la pasada temporada. Reapareció hace unas semanas contra el Levante y lo hizo con gol. Fue jugando minutos, llegó a ser titular y en el Clásico tuvo problemas en la otra rodilla, la derecha.

Más por precaución que otra cosa, no jugó ante el Rayo el día que estalló la bomba Koeman y el entrenador fue destituido. Tampoco participó ante el Alavés, pero sí reapareció para ser el héroe con el gol en Kiev ante el Dinamo que mantiene vivas las esperanzas del Barcelona en la Champions. En Vigo volvió a marcar, pero la lesión le hace parar de nuevo.

Es una de las perlas del fútbol español y pese a lo poco que ha podido jugar, Luis Enrique le había llamado para los decisivos encuentros contra Grecia y Suecia, en los que España se juega la clasificación para el Mundial. “Lo vamos a cuidar”, dijo el seleccionador. Pues no va a poder ser. Luis Enrique ya ha buscado sustituto: el atacante del Espanyol Raúl de Tomás. Lo tendrán que cuidar en el Barcelona, porque un par de semanas no se las quita nadie, a falta de las pruebas que certifiquen exactamente lo que tiene.

No es la única mala noticia para Luis Enrique, pues Eric García, uno de los centrales a los que había llamando, también tuvo problemas en Balaídos y no salió tras el descanso. Araujo lo sustituyó.