Deportes

Fútbol

Los posibles rivales del Barcelona y el Sevilla en la Europa League

El peligro para los dos equipos que han fallado en la Champions llega de Italia

Xavi Hernández, en el partido contra el Bayern
Xavi Hernández, en el partido contra el BayernPHILIPP GUELLANDEPA-EFE

Xavi Hernández fue presentado como nuevo entrenador del Barcelona el 8 de noviembre y un mes después el equipo vuelve a la casilla de salida. La ilusión que trajo un futbolista que es una leyenda del club ha dado paso a más de lo mismo. El Bayern le endosó al Barça de Xavi el mismo 3-0 que al de Koeman y con una sensación parecida de impotencia. «Han sido muchos factores, pero ahora estoy yo y me siento responsable», admitió el técnico. Antes, desaprovechó la oportunidad de clasificarse en el duelo contra el Benfica con el Camp Nou a favor. Fue incapaz de marcar un gol, un mal que tenía y tiene este Barça. Se fueron Messi e incluso Griezmann, está lesionado Ansu, y nadie ha asumido ese rol. El dato es demoledor: sólo ha logrado dos tantos en seis partidos europeos, y uno de ellos lo marcó Piqué. El delantero centro, Memphis, se ha quedado a cero. Únicamente el Dinamo de Kiev y el Malmo, con uno, han conseguido menos dianas en la competición. Eso le ha condenado a disputar la Liga Europa, donde tiene que jugar un playoff (como una ronda de dieciseisavos de final a doble partido [17 y 24 de febrero], con la vuelta como visitante) contra uno de los segundos de la fase de grupos. Los posibles rivales son los siguientes (que son los mismos a los que puede enfrentar el Sevilla): Glasgow Rangers, Nápoles, Olympiacos, Lazio, Dinamo Zagreb y Braga.

Dos victorias, un empate, dos derrotas

Lo que había en la cabeza de Xavi no se ha correspondido con la realidad y el equipo ni domina las áreas ni sabe cerrar los partidos cuando controla el juego. La derrota contra el Betis se vivió decenas de veces de forma similar en la etapa de Koeman, aunque al nuevo preparador se le van a perdonar más cosas que al anterior. Con Xavi el Barça ganó al Espanyol con un penalti discutible, empató con el Benfica en un ejercicio de incapacidad goleadora, ganó al Villarreal con 20 minutos buenos y 70 muy malos, perdió con el Betis y cayó sin remedio con el Bayern.

Hasta la forma de jugar quedó en evidencia en Múnich: el Barça aguantó únicamente 20 minutos la presión arriba. Sus futbolistas no están preparados para prolongarlo 90 minutos, como sí hizo el Bayern. Más que en el banquillo, el problema está en los jugadores.