Fútbol

El Barcelona golpea, resiste y recupera el color ante la Real Sociedad (0-1)

El gol de Aubameyang le da una victoria que le acerca mucho al objetivo de la Champions. En la segunda parte el equipo vasco le obligó a defenderse y a renunciar a su idea

Sergio Busquets pelea con Rafinha por un balón
Sergio Busquets pelea con Rafinha por un balónJuan HerreroAgencia EFE

Necesitaba ganar el Barcelona y lo hizo, en un encuentro en el que tuvo que mostrar muchas caras, la que quiso y la que no, obligado por un rival que le empujó y que le obligó en la segunda parte a hacer lo que no le gusta: defender, resistir sin la pelota, no poder ser fiel a su idea. Pero en jornadas así hay que ser pragmático y el triunfo le sabe a gloria al equipo azulgrana porque le acerca mucho al objetivo mínimo que se ha marcado: estar en la próxima Champions.

Tiene una propuesta tan valiente la Real Sociedad que es complicado ver un partido aburrido. Lo de meterse atrás y resignarse a que el balón sea del contrario no va con el conjunto vasco, por mucho que ese rival sea el Barcelona. Plantea partidos de tú a tú y eso genera espacios y eso suele derivar en diversión. Apretó arriba el equipo de Arrasate y lo mismo hizo el conjunto de Xavi. Por momentos se veía a los jugadores agobiados para hacer circular el balón, también a los porteros, y el encuentro iba y venía. En ese intercambio de golpes fue el Barça el que encontró el premio en una jugada larguísima cuyo primer remate fue un tiro al poste de Dembélé y el último un cabezazo de Aubameyang a la red, gracias al esfuerzo de Gavi por recuperar la pelota y a la calma de Ferran Torres para asistir.

Se había puesto por delante el equipo catalán, pero eso a la Real, en lo que es el juego, realmente no le afecta. Va a seguir haciendo lo mismo, con persecuciones prácticamente hombre a hombre. Esa insistencia sólo le dio resultado en la primera parte al final, cuando Isak perdonó una ocasión clarísima tirando el balón demasiado cruzado.

El Barcelona tuvo alguna oportunidad más, con disparos de Frenkie de Jong, Ferran Torres y Aubameyang que se marcharon por poco. Echó en falta tener un poco más de efectividad en ese rato, en el que Dembélé disfrutó pudiendo correr, porque la Real Sociedad tendría una ofensiva fantástica nada más volver del vestuario. Había apostado por un equipo muy ofensivo Arrasate y sus tres delanteros tuvieron media hora formidable, con llegadas por todos lados, pero sin puntería, porque Sorloth no acertó a colocar el pie bien cuando estaba a apenas dos metros de la portería y el guardameta ya estaba batido. En otra, Ter Stegen metió el talón para despejar fuera lo que era un gol.

Era como si el Barcelona hubiera saltado por los aires, porque a los problemas en el campo se unieron las lesiones. El que parecía cascado era Piqué, con problemas desde antes del descanso, pero acabó siendo sustituido Araujo. Y Jordi Alba también se fue al suelo llevándose la mano a la zona de los aductores, pero siguió de pie.

El acoso por momentos fue espectacular y el Barcelona sólo se dedicaba a despejar balones sea como fuera. No conseguía encadenar dos pases, dormir el partido, y de alargarse esa situación era casi imposible que resistiera, porque no es un equipo preparado para defender tan atrás. Estaba recibiendo de su medicina, presa de la presión tras pérdida. Hasta Ter Stegen tenía que sacar en largo, y eso era como regalar el balón y la posesión.

Los centros de Januzaj eran puro veneno y Ter Stegen tuvo que despejar uno de ellos, el típico balón desde la banda que sin que nadie toque puede acabar en la red. Hasta el minuto 70 no consiguió el Barcelona darse un respiro. Pudo igualar el choque, no domesticarlo, e incluso Gavi perdonó una oportunidad clarísima. Pero la Real Sociedad seguía más que viva mientras la defensa del Barça se desangraba, porque Piqué también terminó marchándose cojeando. Empezaron Gerard y Araujo y acabaron Eric García y Lenglet. Casi le da un infarto al banquillo azulgrana cuando vio el añadido de diez minutos. Pero resistió. Era lo que tocaba.