Valencia-Barcelona (0-1): Agarrados a Lewandowski

El Barcelona tiene a Lewandowski, lo mejor que ha pasado en el club azulgrana en años tan dramáticos como estos. Es verdad que se han echado mucho de menos sus goles en Europa, donde como el resto del equipo, no ha estado a la altura, pero el delantero polaco está resolviendo problemas graves al conjunto azulgrana y le da tiempo. Es lo que pide Xavi: tiempo para hacer un equipo. Otra cosa es que sea eso de verdad lo que necesita.En la primera parte Lewandowski se inventó un remate espectacular al palo de la nada, saltando por encima de los defensas y en la segunda parte, en el tiempo añadido, cuando el empate dejaba al Barcelona con su tristeza y sus problemas, estiró la pierna para rematar un centro de Rapinha y barrer algo de ese Barça naúfrago en la Champions. Lewandowski es la tabla de salvación, el futbolista al que agarrarse en días muy confusos para los culés.

Dominó el Barcelona casi todo el partido, más en la primera mitad, pero no atosigó al Valencia ni llegó al área con la claridad necesaria. Ansu Fati fue titular y al principio, para meterse al partido, sus intervenciones fueron lo mejor en ataque de los azulgrana. Pero no terminaban en ningún sitio los intentos del equipo visitante. Tenía el balón y aunque con De Jong como interior superaba la primera línea defensiva del rival, perdía claridad según se acercaban a la portería. Apostó de nuevo Xavi por un centro del campo con Busquets y con una banda para Dembélé y ninguna de las dos cosas funcionaron. Cuando hubo que ir a por el partido, los quitó.

El Valencia esperaba. Hasta la segunda parte no tuvo más decisión. También tiene sus problemas el equipo de Gattuso, que quiso ser precavido en vez de hurgar en la herida de un rival con problemas de autoestima. La velocidad de Kluivert fue lo mejor del Valencia cuando, antes del descanso, buscó en contadas ocasiones el ataque. Es el típico futbolista que es probable que mejore con la edad, cuando aprenda que la velocidad no vale para nada si no se para a tiempo. Puede que la timidez del Valencia fuese una consecuencia de la lesión de Cavani, que no llegó al cuarto de hora del partido. La tensión del partido se vio en cómo iban cayendo los futbolistas. A Cavani le siguió Eric García, después Koundé se marchó para que saliera deprisa y corriendo Piqué y tampoco pudo terminar Thierry, en el Valencia, un defensa que sale bien al corte, pero con verdaderos problemas de atención para distribuir la pelota.

Como el Barcelona no llegaba, el Valencia se iba sintiendo más cómodo en el partido, con Gayá mandando en el equipo desde la banda y Guillamón y Almeida dejándose la vida en el centro del campo.

Pero fue en la segunda mitad cuando se vio una mejor versión del equipo de Gattuso, más eficz cuando saca el balón rápido y con problemas cuando intenta elaborar desde atrás, jugando. Ahí se vio con problemas para superar la presión azulgrana. Algo menos le costó en la segunda parte. Hasta marcó un gol Lino, pero la mano absurda e imposible de no ver para el VAR de Marco André evitó el gol que tanto daño hubiese hecho al Barcelona.

Xavi hizo los cambios habitules para reanimar a su equipo (Gavi, Rapinha y Ferran) y aunque no mejoró el juego, sí que llegó conmás profundidad. Se la dio Ferran, que luego no estuvo acertado en un remate que en vez de ir a portería se fue a su pierna. Gavi le dio pelea. Es bueno el futbolista y será mejor si no se pierde en broncas que no le llevan a ningún lado. Está en el límite de ir por el camino que no debe.

Podría fijarse en Lewandowski, un jugador que sólo piensa en una cosa y no permite que nada le despiste. Y de él depende el Barça.