Champions

El Barcelona cumple ante el Plzen (2-4) y hace caja

El equipo azulgrana vence y suma 2,8 millones a las arcas del club. Concedió demasiado en defensa. Buen partido de Pablo Torre, que marcó y se lesionó, pero nada grave

Pablo Torre marcó y se lesionó ante el Viktoria Plzen
Pablo Torre marcó y se lesionó ante el Viktoria PlzenPetr David JosekAgencia AP

La Champions del Barcelona ha sido un desastre, pero eso ya estaba escrito. Se trataba de despedirse de ella de una manera honorable y recaudando los 2,8 millones que entrega la UEFA por victoria en la fase de grupos, y lo consiguió con lo justo. Ante uno de los peores equipos de la competición, como es el Viktoria Plzen (ha terminado con cero puntos y 24 goles en contra) vivió algunos sustos, pero después de ver que el partido iba a ser pan comido. Con un equipo muy transformado (Kessié de mediocentro, Pablo Torre, Iñaki Peña, Piqué... Y después entraron Marc Casadó y Álvaro Sanz) salió con intensidad y no tardó en encontrar el primer gol en una jugada de fe de Marcos Alonso, que abandonó su puesto de central para romper líneas y decidió seguir hacia arriba y por eso llegó a remachar el disparo de Ansu Fati. Fueron unos primeros 20 minutos de monólogo y de ocasiones falladas por Ansu y Ferran.

La relajación podía llegar en cualquier momento y lo hizo. El Plzen se animó con un cabezazo de Chory al larguero en una jugada a balón parado, y a partir de ahí empezó a asomarse por la portería de Iñaki Peña. Se lo pasó en grande la afición viendo cómo su modesto equipo logró igualar el choque en el juego, que no en el marcador, porque Ferran Torres marcó el segundo justo antes del descanso, asistido por Jordi Alba.

Nada más volver del descanso Pablo Torre hizo penalti a Chory y el propio delantero lo transformó. El medio cántabro fue titular por primera vez y tuvo buenos detalles, recibiendo en la zona de la mediapunta y girándose y con buena actitud en la presión. Culminó su actuación con una sensación agridulce, porque marcó y se lesionó. Pero en el gol demostró muchas cosas: por un lado, la calidad en el control para recibir el pase de Raphinha, y por otro la contundencia para rematar con la izquierda, con potencia. No tenía nada grave, sólo calambres en los gemelos. No pudo celebrarlo en el momento.

El tanto de Pablo Torre acabó definitivamente con el partido. La alegría del primer tanto no le duró demasiado al conjunto checo, ya que en apenas tres minutos Ferran Torres logró un doblete en una acción que comenzó y resolvió él mismo después de apoyarse en Raphinha. Pero la contestación fue rápida también con otro doblete, el de Chory, para volver a apretar el partido. El Barcelona notó la falta de tensión y concedió demasiado en defensa. Se va de la competición habiendo encajado doce goles, demasiados.