Investigación

La Fiscalía apunta al Barça: cree que contrató a Negreira para "favorecer" al club en decisiones arbitrales

En su denuncia contra el club, Bartomeu y Rosell concluye que la entidad intentó "evitar a toda costa" que trascendiera su vinculación con el vicepresidente de los árbitros

El Barça contrató a José María Enríquez Negreira entre 2011 y 2018 de forma verbal y "estrictamente confidencial", a través de los expresidentes culés Sandro Rosell y Josep Maria Bartomeu, para que el entonces vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA) realizase, "a cambio de dinero", actuaciones tendentes a "favorecer" a la entidad azulgrana "en la toma de decisiones de los árbitros en los partidos que disputase el club, y así en los resultados de las competiciones".

Así lo asegura la Fiscalía en la denuncia que ha interpuesto hoy mismo por el delito continuado de corrupción entre particulares en el ámbito deportivo, administración desleal y falsedad en documento mercantil contra el Fútbol Club Barcelona, Rosell, Bartomeu y dos exdirectivos culés, en la que recuerda que la designación de los árbitros que pitaban en cada jornada se llevaban a cabo "en el seno del Comité Técnico de Árbitros, organismo encargado, además, de las evaluaciones", en las que participaba Enríquez Negreira, "para los ascensos y descensos de categoría de los árbitros, así como de la proposición de candidatos a árbitros internacionales".

En la denuncia presentada ante el Juzgado de Instrucción número 1 de Barcelona (que instruye a su vez la que presentó el exárbitro Xavier Estrada Fernández contra Enríquez Negrera), el Ministerio Público reclama al juez que llame a declarar a Rosell y Bartomeu y que les reclame "copia de las facturas acreditativas de las operaciones comerciales" mantenidas con las empresa de Negreira entre enero de 2011 y enero de 2014, así como "el medio de pago empleado para la liquidación de dichas facturas y copia de la justificación documental correspondiente, así como copia de los contratos o de la documentación que ampare dichas facturas".

El rastro de los cobros

Además de solicitar la declaración del representante jurídico del Fútbol Club Barcelona, la Fiscalía pide al instructor que "se proceda a realizar una investigación patrimonial" de Enríquez Negreira "y de su entorno familiar más próximo al objeto de conocer el destino dado a lo cobrado". Y también que se reclame al club azulgrana que devele "la identidad de quienes ostentaban los cargos de director general, CEO o director ejecutivo y el de director financiero, tesorero o jefe del área económica del club en el período comprendido entre los años 2011 a 2014".

Hacienda ha constatado que los pagos realizados por el Barça a Negreira entre 2001 y 2018, mientras era vicepresidente del CTA, superaron los 7,3 millones de euros, lo que supuso "una auténtica remuneración no prevista en los estatutos del club ni aprobada por la Asamblea General por lo que carecía de título que lo justificara". En definitiva, asegura, "dichas percepciones no tuvieron soporte legal ni estatutario alguno".

Asimismo, señala que entre enero de 2011 y enero de 2014, cuando Rosell era presidente culé, la cantidad que se abonó a Negreira "superó los dos millones de euros".

Los pagos que constató Hacienda

La denuncia -que también se dirige contra Enríquez Negreira, contra los exdirectivos del Barça Albert Soler y Oscar Grau- precisa que las sociedades de Enríquez Negreira "giraron facturas que fueron presentadas al cobro" ante el Fútbol Club Barcelona "sin que las mismas respondieran a ninguna prestación o servicios de asesoramiento técnico real". Sin embargo, precisa que no ha quedado acreditado hasta el momento que Javier Enríquez, el hijo del exvicepresidente de los árbitros, "conociera y compartiera el propósito de su padre", motivo por el que no ha sido imputado.

La Fiscalía recuerda que a consecuencia de una inspección de Hacienda en julio de 2019, la Agencia Tributaria solicitó al Barça documentación sobre los pagos a las dos empresas vinculadas a Negreira, Nidsal SCP y Dasnil 95. Una vez aportadas las facturas, los técnicos de Hacienda solicitaron al club azulgrana "la identificación de los profesionales, técnicos o personal auxiliar que desarrollaron esos servicios así como copia de los vídeos, documentos o informes en los que se concretaron los trabajos de asesoramiento específico". Pero la respuesta del FC Barcelona fue "que no se había encontrado la documentación requerida", por lo que la Agencia Tributaria consideró esos desembolsos no deducibles, lo que obligó a la entidad culé a regularizar, en julio de 2021, 404.249 euros más otros 52.324 de intereses por el Impuesto de Sociedades, y 473.050 euros más 84.991 euros en concepto de IVA.

Hacienda también investigó a las sociedades de Negreira entre 2016 y 2019, constatando que solo entre enero de 2014 y diciembre de 2015 Nidsal SCP facturó al Barça un total de 1.286.530,18 euros, que se abonaron a Negreira mediante transferencia bancaria Dasnil 95, por su parte, facturó a la entidad entre enero de 2016 y junio de 2018 un total de 1.686.142,83 euros, que el club transfirió a una cuenta a nombre de la mercantil.

La amenaza de Negreira al cesar los pagos

Para retirar esas cantidades el entonces vicepresidente de los árbitros recurría a dos personas interpuestas, ambas ajenas a los hechos denunciados, que sacaban el dinero a través de cheques al portador y se lo entregaban a Enríquez Negreira "desconociéndose el destino definitivo de las detracciones realizadas".

La denuncia deja constancia del burofax remitido por Negreira el 5 de mayo de 2019 cuando el club dejó de pagarle, una vez abandonó el Comité Técnico de Árbitros. En ese mensaje remitido al Gabinete de Presidencia del club azulgrana, recriminó a Bartomeu "el cese de la relación mantenida en el tiempo, exigiéndole alcanzar una solución justa para ambas partes y advirtiéndole de las consecuencias de no hacerlo". Este es el contenido de ese burofax:

"Personalmente no profeso animadversión hacia ninguna persona del Club, ni contra usted ni especialmente contra el Sr. R o el Sr. C, y no tengo voluntad de dar publicidad a todas las irregularidades que he conocido y vivido de primera mano en relación con nadie del club, pero usted me obligará a ello si no reconsidera su decisión y cumple con el acuerdo que teníamos de seguir contando con mis servicios hasta fin de mandato presidencial. Tengo la razón y el derecho que amparan dicha reclamación. Tanto usted como el Sr. R, como vicepresidente y presidente y viceversa, por no citar a más, convinieron conmigo los acuerdos que hoy ustedes pretenden incumplir impunemente".