Barcelona

Francia, a la finlandesa

La selección española se encontrará en París con un partido similar al del viernes, ante un equipo que se cerrará buscando el empate

Didier Deschamps dirige un entrenamiento de la selección francesa
Didier Deschamps dirige un entrenamiento de la selección francesalarazon

A medida que pasan los días, el gol que marcó Olivier Giroud en el Vicente Calderón adquiere más trascendencia. Aquel empate en el último minuto del partido dejaba todo abierto para que Francia y España se jugasen el billete al Mundial de Brasil en Saint Denis el próximo martes. Eso no ha cambiado, galos y españoles lucharán por el primer puesto del grupo pasado mañana, pero los condicionantes que rodean al decisivo encuentro de París han cambiado de manera radical tras el sorprendente empate de Finlandia en El Molinón.

A diferencia de lo ocurrido con el combinado que dirige Vicente del Bosque, Francia no se dejó sorprender por Georgia y ahora comanda el grupo I de clasificación para el Mundial con dos puntos de ventaja sobre «La Roja». Dicho de otra manera, al equipo de Didier Deschamps le vale un empate el martes para seguir en cabeza y depender de sí mismo para sacar billete directo a Ipanema.

Viendo los problemas que ha tenido España ante Georgia y Finlandia, dos equipos que se cerraron descaradamente buscando el empate a cero, el seleccionador francés tiene pocas dudas sobre cómo plantear el partido. «Vamos a tener que resistir durante muchos minutos, España es un equipo que te obliga a defender», deslizó el viernes. Los centrocampistas y delanteros españoles ya pueden armarse de paciencia.

La presencia de Raphael Varane en el centro de la defensa «bleu» ante Georgia fue una de las grandes novedades del partido. «Sentí un gran orgullo y mucha emoción cuando escuché el himno. He jugado partidos de mucha presión con el Madrid, pero es diferente. Jugar para mi país es diferente», confesó. A pesar de su buen papel en su debut con Francia, Varane regresará al banquillo con casi toda seguridad ante España. Deschamps recuperará su pareja de centrales titular, con el regreso de Koscienly junto a Sakho.

Si Varane es la cara amable de los galos, otro madridista, Karim Benzema, es la más amarga. El delantero está a punto de llegar a los mil minutos sin marcar con su selección y el viernes escuchó silbidos por parte de la grada del Stade de France. Su bajo estado de forma, evidenciado en varias acciones ante Georgia, podría empujar a Deschamps a sentarle en el banquillo, lo que le facilitaría el planteamiento defensivo ante España. Con Giroud como único punta, Francia podría tirar de «trivote» con Sissoko, Pogba y Matuidi en un centro del campo muy físico.

Sea cual sea la alineación de Deschamps, a España le espera un enfrentamiento muy incómodo en Saint Denis. Le tocará llevar el peso del partido y generar espacios a base de paciencia y tocar mucho el balón. Además, cualquier despiste puede acabar con todas sus esperanzas. Porque si Pukki pudo culminar con éxito un contragolpe en Gijón, qué no podrán hacer Ribéry y compañía en París. Ir al Mundial está en juego.