Restringido
Fui el «speaker» de la décima
Era un reto importante y una responsabilidad... ¡ENORME! Poner voz a la noche más importante del madridismo en los últimos doce años fue mi humilde aportación a la Décima. ¡Ya me puedo morir tranquilo!
- De pie los 90 minutos
Así vivieron el encuentro Pepe, Arbeloa, Ancelotti y Zidane en un banquillo eléctrico, apasionado, dando indicaciones, apoyando a los compañeros en todo momento, «comiendo la oreja» al árbitro y vibrando con cada acción. Los goles, lejos de calmarlos, los motivaban todavía más. Por unas o por otras razones fue imposible verlos sentados.
- El hombre tranquilo
Así me gustaba denominar a Xabi Alonso antes del gol de Bale. Lo tenía sólo una fila detrás de mí, sobrio, comedido, de traje impecable (como siempre), y entonces... ¡marcó Gareth! Alonso entró en éxtasis, saltó la valla de metacrilato driblando a la seguridad, pasó por encima de un servidor y recorrió 60 metros de banda como poseído, para acabar haciendo piña con todo el equipo y parte de la seguridad de Da Luz... MEMORABLE.
- Tenemos a Bale 3
Y tanto que lo tenemos. Os lo avisé antes de la Final de Copa en Valencia y volví a hacerlo más tarde. El galés es una máquina y sus estadísticas son demoledoras pese a tantas críticas. Ahí es nada: Bale marcó el golazo que dio la Copa frente al Barcelona y en Lisboa hizo el 2-1. ¡Qué bueno que viniste, Gareth!
- Mucho más que once
El equipo sobre el césped de Da Luz se entregó al máximo y se sintió arropado en la grada por una afición maravillosa, pero desde dentro pude darme cuenta de que el Real Madrid es algo más que once. Desde el «staff» a los miembros de seguridad, pasando por protocolo, prensa y televisión del club, palpé un sentimiento madridista enternecedor. Vi a gente llorar como niños, abrazarse entre ellos, abrazar a los jugadores. Madridismo grande.
- La emoción de Florentino
Y vi más emocionado que nunca a un presidente feliz, a un Florentino Pérez saltar en el palco con los goles, con el de Sergio Ramos, que daba paso a la prórroga, y con el de Bale, que prácticamente sellaba la Décima. Se lo ha trabajado y lo ha conseguido, es su éxito particular. Felicidades, presidente.
- Todos a por Ramos
El de Camas ha sido la red del equipo en un final de temporada espectacular: enorme y mariscal contra el Bayern de Múnich y en la final de Lisboa ante el Atlético. A mi alrededor todo eran palabras de admiración hacia el que ya es el mejor central del mundo. Todos sus compañeros del equipo le buscaron, le besaron (Iker se lo dijo claro: «Eres el puto amo de la Décima»). Y los del «staff», seguridad, prensa, tele... Sergio ya está en el santoral. Y todo esto lo viví en primera persona, una experiencia única, inolvidable. Yo fui parte de esta historia, yo fui el «speaker» de la Décima. ¡Gracias, Madrid!
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