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Fútbol «made in Spain»

Más de cuarenta equipos en todo el planeta tienen entre sus filas a un entrenador español. Goikoetxea y Luis Milla, los últimos fichajes

Fútbol «made in Spain»
Fútbol «made in Spain»larazon

El fútbol español está de moda. Tan de moda que cada vez son más los equipos extranjeros que miran de reojo a los banquillos de nuestro país para nutrirse de un cuerpo técnico «made in Spain» que exporte a lo largo del planeta ese sabor y ese estilo que tantas alegrías le han dado a España en los últimos años.

El fichaje de Pep Guardiola por el Bayern de Múnich y el de Rafa Benítez por el Chelsea son el ejemplo más representativo, pero no el único del buen momento que vive el fútbol de nuestro país. Andoni Goikoetxea ha debutado esta semana con victoria al frente de la selección de Guinea Ecuatorial y Luis Milla ha sido el último técnico en lanzarse a la aventura y emigrar a Emiratos Árabes Unidos. El ex seleccionador sub-21 reconoce que representar al fútbol nacional en el extranjero significa mucho más que una labor deportiva. «Cuando un club apuesta por ti como entrenador español, sientes una gran responsabilidad porque nuestro fútbol ya es una marca». Como le ha ocurrido a miles de españoles, Milla tuvo que hacer las maletas hace apenas un mes en busca de nuevas aventuras y de una oferta laboral mejor y se vinculó con el Al Jazira de Abu Dhabi hasta el 30 de junio de 2014. «Nunca me hubiera imaginado entrenando en Emiratos Árabes y, aunque siempre es difícil adaptarte a otra cultura, a otras normas y a otra mentalidad, esta aventura es un reto y una experiencia fantástica», explica Milla.

Cuatro años son los que lleva Juande Ramos alejado de los banquillos españoles. Un trotamundos que, además de conocer a la perfección el fútbol español, también se ha cultivado en equipos como el Tottenham, el CSKA de Moscú o el Dnipro ucraniano, al que dirige desde 2010. «Lo mejor de entrenar fuera es conocer otras culturas», afirma el técnico, consciente de la infinita lista de ciudades extranjeras en las que ha trabajado. Cuando Juande abandonó España en la temporada 2008/09 después de entrenar al Real Madrid, el fútbol español estaba cogiendo impulso y todavía no había llegado a su cúlmen. Ahora puede presumir de haberse forjado como entrenador en el mejor escenario posible: «Nuestro deporte en estos momentos es un referente mundial y eso es algo que los que vivimos fuera apreciamos mejor», comenta.

A lo largo y ancho del planeta hay repartidos más de un centenar de preparadores españoles que dirigen los banquillos, asisten a los jugadores y atienden a los lesionados de las ligas de los cinco continentes. Pero vivir del fútbol a más de 9.000 kilómetros de casa no siempre es sinónimo de lujo y comodidad. «Cuando veo la Liga española por televisión, se me cae el mundo encima. Lo echo tanto de menos... Aquí es todo muy diferente y el deporte está todavía en desarrollo», reconoce Miguel Ángel Portugal desde su residencia de La Paz. «El agradecimiento y la amabilidad de los bolivianos es lo que me motiva cada día», afirma el ex del Racing, que ahora está al frente del Club Bolívar y vive el fútbol español desde la distancia.

Una distancia que, por suerte, cada día es menor gracias a las redes sociales y a la tecnología, dos herramientas que también pueden tener su utilidad en el deporte. «Un jugador contactó conmigo a través de Facebook y me envió el currículum. Le animé a que viniese a hacer las pruebas a Nueva Zelanda y al final se quedó en el equipo. Ahora tenemos varios españoles con nosotros», comenta Ramón Tribulietx, técnico del Auckland City. El entrenador catalán lleva cinco años ligado al principal club de Nueva Zelanda y no se esconde al reconocer que el estilo que le gusta es el que tan de moda se ha puesto en el viejo continente. «Intento desarrollar un fútbol de toque como el que se practica en Europa, pero el mérito está en adaptarlo a las cualidades de los jugadores de aquí», afirma. Tribulietx y los más de treinta entrenadores españoles repartidos por el mundo continuarán desarrollando su labor como técnicos y embajadores para revalorizar, más todavía, la marca que el fútbol español ha registrado.