LaLiga Santander
Futuro incierto
«El club tiene que decidir si está contento con esta línea y punto. Al final de temporada haremos tranquilos la valoración. A lo mejor es posible que el propio club no esté contento con mi trabajo y piense que hay cosas que mejorar», afirmó Jose Mourinho en una conferencia de prensa que no estaba en su agenda pero a la que acudió porque esperaba preguntas que no iban a tener nada que ver con el encuentro de Copa de hoy ante el Alcoyano.
Sin perder la calma -sólo levantó la voz cuando se le inquirió por la planificación de la próxima temporada-, el entrenador del Real Madrid abordó algunos temas que conciernen al equipo y otros los esquivó taxativamente. Por ejemplo, a la pregunta de si se encuentra respaldado por el club, fue rotundo. «Es una pregunta que ni quiero calificar. Esto no es un juicio, es una rueda de prensa para el partido de Copa», contestó el «empleado» Mourinho. Afirmó que no quiere que hable nadie por él, en relación a que el club contrate a una persona para que dé la cara y critique algunas situaciones, en su opinión, injustas -árbitros, calendarios, etc.- que sufre la entidad. «El club es soberano y yo sólo soy un empleado como los otros, que da el máximo. Por eso merece la pena esperar y valorar al final de temporada», explica «Mou» con contrato renovado hasta 2016, pero que se puede rescindir sin que haya penalización económica para las partes.
Para explicar, segundos más tarde, cómo es su relación con el puente de mando. «Yo tengo una relación muy, muy, muy, muy buena (hasta ocho veces pronunció el muy) con el presidente, con José Ángel (director general) y con más gente de la junta. Es una relación inmejorable. Con la gente que se quiere, todo es más fácil, aunque al final haya diferencias ». Bien con los "jefes", y ¿con los jugadores?: «Estoy trabajando como hago desde hace muchos años. Mi relación con el club está como siempre, y con los jugadores, como siempre también. Cuando ganas las cosas son mucho mejores que cuando pierdes, es normal», dice «Mou».
No quería hablar de la derrota del sábado en Sevilla ni tampoco de Özil, sustituido en el descanso del Villamarín. «¿Cómo lo has visto tú? Cómo valorar sus 45 minutos del partido contra el Betis? ¿Cómo comparas esos 45 minutos con otros partidos que ha hecho anteriormente? No quiero decir mucho más. Para hacer un análisis estáis vosotros», argumentó Mourinho. Sobre la derrota, pasó de puntillas -ya se había analizado el sábado en la rueda de prensa-, pero tuvo tiempo para mandar un mensaje al colegiado. «No hemos jugado bien, pero marcamos un buen gol con mucho tiempo por delante para jugar. No me parece que este partido se pueda comparar con el otro partido en Sevilla (derrota ante los de Míchel)», en referencia a la jugada en que a Benzema se le señaló un fuera de juego inexistente y que acabó con el balón en la red. Puntada sin hilo no da Mourinho, que para hablar del derbi remitió a la rueda de prensa del viernes. Ayer no tocaba comentar que llega a ocho puntos del eterno rival y que la diferencia con el Barça es de once, con la Liga prácticamente perdida.
Él quería hablar -como Umbral- de su libro. Y su libro es la Copa ante el Alcoyano. «Pido que la gente tenga un cariño especial y el máximo respeto para los chicos que van a jugar, que son cuatro: Nacho, Morata, Rodríguez y Cherychev. Que la afición critique lo que quiera y yo lo aceptaré. Si no nos calificamos (sic) sería una catástrofe total. Tenemos que hacer un partido serio; el que la gente y el Alcoyano merece», manifiesta Mourinho.
Para que no haya dudas, entre los convocados están Cristiano, Coentrao, Özil, Di María y Benzema. Junto a ellos y los canteranos citados completan la lista: Adán, Jesús, Varane, Carvalho, Albiol, Modric y Callejón.
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