Barcelona

Giro anti Laporta

La junta de Sandro Rosell tuvo una asamblea de lo más plácida en el Palau
La junta de Sandro Rosell tuvo una asamblea de lo más plácida en el Palaularazon

Los años pasan, el mundo evoluciona y la gente madura. La asamblea de compromisarios del Barcelona, en cambio, sigue anclada en el pasado, por mucho disfraz que se le quiera poner. Apenas 600 socios, de los 4.333 convocados, acudieron ayer al Palau Blaugrana a la cita de 2013, en lo que se convirtió en otra plácida tarde para la junta directiva, como es menester desde tiempos inmemoriales en este tipo de eventos. Las votaciones no dejaron lugar a dudas y hasta la última propuesta fue aprobada por una mayoría aplastante.

A pesar del poco poder de convocatoria, el orden del día no era como el de cualquier otro año. A la aprobación de los números del pasado ejercicio y la del presupuesto del ejercicio 2013-2014, había que añadir el punto cuarto, que contemplaba la aprobación de la reforma de los estatutos. Rosell y su junta lo perseguían desde hace años y se designó una comisión específica que ha estado trabajando más de un año en el nuevo texto, para adaptarlo a los nuevos tiempos y para introducir algunas novedades, muy relevantes para las futuras directivas.

A los compromisarios se les presentó la reforma de los estatutos en cuatro apartados. El primero se refería a cambios en la redacción. El concepto libreta de ahorros, por ejemplo, se ha suprimido en el nuevo texto, poniendo cuenta corriente en su lugar. El segundo apartado se refería a la adaptación a la realidad de algunos artículos, como la supresión de las secciones de béisbol y ciclismo una vez que han desaparecido. La comisión también ha tenido que adaptar la Carta Magna azulgrana al nuevo decreto de la Generalitat sobre clubes deportivos, una ley que afecta a varios artículos.

Pero el punto más importante de esta reforma estatutaria correspondía a las novedades que contempla el nuevo texto. La junta de Rosell ha introducido un artículo nuevo, el número 67, en el que se recogen una serie de requisitos económicos para la directiva del Barcelona. A partir de ahora, las juntas estarán obligadas a cerrar el ejercicio con beneficios, en caso contrario, se concederá un plazo de dos años para revertir la situación. De no lograrlo, se establecerá el cese automático de toda la directiva y se procederá a la convocatoria inmediata de elecciones.

En el mismo sentido, se limita la deuda neta del club al doble del EBITDA (beneficios de explotación más las amortizaciones). Si no se cumple, los nuevos estatutos también conceden dos años de plazo para revertirlo. Si no, la junta deberá abandonar su cargo.

Las desavenencias entre la junta de Rosell y sus predecesores son públicas y notorias, especialmente en el ámbito económico, y todos estos cambios parecen dirigidos a evitar algunos comportamientos que dejó entrever Laporta en sus últimos años de mandato. Una sospecha que aumenta si valoramos otra de las novedades que se aprobaron ayer. A partir de ahora, se limita a un quince por ciento el número máximo de entradas para una final que se podrá quedar la junta para compromisos. El escándalo de las entradas de la final de la «Champions» 2006 en París, en la que la junta de Laporta se quedó casi con la mitad de entradas que estaban destinadas a los socios, sigue muy presente en la mente de la directiva de Rosell. Todos estos cambios fueron votados ante 431 compromisarios. Los resultados no dejaron lugar a dudas: 320 a favor, 65 en contra y 35 en blanco.

Los números que presentó la junta azulgrana fueron aprobados por amplia goleada, como también suele ser habitual. Se cerró el ejercicio 2012-2013 con unos beneficios de 32,5 millones de euros, 331 millones de deuda neta y un EBITDA de 118 millones. La votación fue contundente: 523 votos a favor, 12 votos en contra y 13 en blanco. El director general del club, Antoni Rossich, fue el encargado de presentar el presupuesto para el ejercicio 2013-2014 y tampoco encontró oposición alguna entre los compromisarios.

El Barcelona prevé ingresar 508,5 millones de euros, gastar 457,7 millones y tener unos beneficios de 35,7 millones. El EBITDA se situaría en 124,6 millones. El presupuesto se aprobó con 511 votos a favor, 12 en contra y 19 en blanco. Otra goleada.