Godín, cacique en las dos áreas

Recordó Simeone en Granada que había merecido la pena el esfuerzo de retener a Godín cuando este verano el City puso sobre la mesa un ofertón mareante para llevarse al uruguayo, posiblemente uno de los tres mejores centrales del mundo y no admito debate sobre esto. Con el intocable Griezmann en otro escalón en la galaxia rojiblanca, avisó el técnico públicamente que «Godín y Koke son los únicos intransferibles». Palabra del Cholo, palabra de Dios en el Calderón. Así que el Atlético se puso manos a la obra para renovar al uruguayo.

- La bandera

La predisposición del jugador y su corazón rojiblanco ayudaron al final feliz. El central charrúa renovó hasta 2019; su cláusula, según algunas fuentes, pasó de unos 40 a 60 millones de euros y el defensa sigue siendo la bandera del equipo dentro y fuera del campo. Godín es la cabeza de este Atlético que ha cogido ritmo, que sigue intratable, que ganó en Granada con otro testarazo sublime del zaguero (que recordó a aquel del Camp Nou que valió una Liga) y la sentencia de Griezmann. Godín y Griezmann, el punto G de un Atlético que va muy, pero que muy en serio, otra vez situado ya a dos puntos del Barça tras el tropiezo culé en Mestalla.

- Un muro atrás

Es un cacique en el área propia y un tsunami en la ajena, cuando sube a rematar saques de esquina y jugadas de estrategia. Ya lleva 19 tantos y seis títulos desde que llegó al Atlético en 2010. Y a falta de los goles de los arietes (Jackson no ha aparecido, Torres se ha estancado en la obsesión del 100), el equipo ha vuelto a sus orígenes «cholistas»: sólo ha recibido ¡6 goles en 14 partidos! Un muro con un líder U-RU-GUA-YO...