Ganar ayuda a ganar, dice Ancelotti, y de la misma forma las piernas pueden pesar más de la cuenta y las dudas aparecer después de dos derrotas seguidas.

Ganar ayuda a ganar, dice Ancelotti, y de la misma forma las piernas pueden pesar más de la cuenta y las dudas aparecer después de dos derrotas seguidas. No dejó el Madrid que pasara ninguna de las dos cosas y volvió a empezar con tres bonitos goles que derrotaron a un Espanyol incapaz de dar miedo. No era un rival temible, pero cualquier gesto dubitativo podría haber impacientado al Bernabéu, que alucinó con la calidad de Bale en la falta directa del 2-0 y criticó su egoísmo en una jugada en la que pudo hacer el tercero si acierta con un remate fácil o pasar a la izquierda para que Cristiano marcara sin portero. No era trascendente, porque el partido estaba encarrilado incluso después de la tarjeta roja a Coentrao. El Madrid se quedó con uno menos con casi toda la segunda mitad por delante, pero nunca pareció estar en inferioridad, porque Kroos e Isco se empeñaron en valer por dos. El alemán levantó su rendimiento nuevamente y se hizo gigante en el medio tras la expulsión y antes de que Ancelotti le diera diez minutos de descanso y el público una gran ovación.

Isco también se ganó que cantaran su nombre al volver a ser uno de los destacados y desesperar al Espanyol, escondiéndole la pelota cuando intentaba sacar provecho de su hombre de más. Dejó a dos rivales sentados el malagueño en el centro del campo y se fue hasta la frontal del área. Allí pudo pasar a la derecha, pero vio por el retrovisor a Arbeloa, que centró con la izquierda para que el otro lateral, Nacho, recortara y chutara con la habilidad de un atacante. El canterano fue otra vez un recurso de emergencia efectivo y brillante, y se dio el capricho de cerrar la goleada. Un resultado que comenzó a construirse en un cambio de orientación delicioso de Bale. Un balón llovido a la bota de Cristiano y a la espalda de la defensa, cuyo valor multiplicó el portugués dejando de primera la pelota a James, empeñado en que la llegada desde atrás sea una de sus especialidades. Remató con eficacia el colombiano para que el Madrid soltara aire tras las derrotas seguidas ante Valencia y Atlético. Era un día para sumar tres puntos y aumentar la ventaja ante uno o los dos rivales directos que hoy se miden en el Camp Nou y una tarde soleada perfecta para recuperar el rumbo victorioso que se quedó en Mestalla.

Ancelotti mandó el mensaje de que lo que había faltado, más que físico, había sido intensidad y sus chicos salieron enchufados, convencidos de que hay que correr más que cualquier rival para que los triunfos se vayan acumulando uno encima del otro. No fue un Madrid brillante, pero sí aplicado y construido otra vez sobre un buen Kroos. El alemán empieza a ser un termómetro del juego del equipo y, si él corta y construye, los demás lo agradecen. Intentaba tocar el Madrid delante de las dos líneas de cuatro blanquiazules, que terminaban en dos delanteros (Caicedo y Sergio García), que sólo inquietaron al comienzo. Varane perdió un balón y el primero de ellos se adentró hasta el punto de penalti para rematar desviado. Poco más hubo del Espanyol en el Bernabéu, al que el Real Madrid pilló despistado y reculando en el primer gol, en el que Bale empezó a mostrar su repertorio.

El galés fue protagonista en ese primer gol con un pase milimétrico de 40 metros y marcó un golazo de falta poco después. El balón quedó en el perfil del zurdo y el acuerdo es que, en esos casos, Gareth tiene preferencia sobre Cristiano. Pegó muy bien al balón, que superó la barrera y cayó como una losa sobre el palo de Casilla antes de entrar en la portería. El Bernabéu se rompió las manos aplaudiendo una acción al alcance sólo de los muy buenos, pero le pidió algo más de compañerismo cuando, otra vez, no vio a Ronaldo solo y prefirió acabar la jugada. Quería otro gol y se llevó una reprimenda de una grada sabia que, con sus quejas, a veces, ayuda a que sus futbolistas sean un poquito mejores. Le pudieron las ganas de poner la guinda a una buena actuación suya y correcta del Madrid, que se aplicó para volver a empezar recetándose golazos contra la crisis.

Ficha técnica

3 - Real Madrid: Casillas; Arbeloa, Varane, Pepe, Coentrao; Kroos (Khedira, m.81), Isco, James (Nacho, m.54); Bale, Cristiano Ronaldo y Benzema (Illarramendi, m.64).

0 - Espanyol: Kiko Casilla; Arbilla, Álvaro, Colotto, Fuentes; Víctor Sánchez (Luque, m.63), Cañas, Joan Jordán (Stuani, m.68), Montañés; Sergio García (Abraham, m.81) y Caicedo.

Goles: 1-0, m.12: James. 2-0, m.28: Bale. 3-0, m.76: Nacho.

Árbitro: Fernández Borbalán (colegio andaluz). Amonestó a Cristiano Ronaldo (53) por el Real Madrid; y a Fuentes (27), Víctor Sánchez (58), Arbilla (70) por el Espanyol. Expulsó con roja directa a Coentrao a los 53 minutos por una dura entrada.

Incidencias: encuentro de la jornada 18 de la Liga BBVA disputado en el estadio Santiago Bernabéu ante 74.896 espectadores. Se guardó un minuto de silencio por las víctimas en París de los atentados terroristas islamistas y la plantilla del Real Madrid ofreció la copa del Mundial de Clubes a sus aficionados.