Grave error de Undiano: penalti a Cristiano

Undiano intentó controlar el partido desde el pitido inicial, tanto en el aspecto técnico –sancionando todas aquellas acciones susceptibles de ser falta en detrimento de la aplicación de la ventaja– como en el aspecto disciplinario, ya que no le tembló el pulso en amonestar a todo jugador que se excedió en el juego duro, lo que motivó que mostrara siete tarjetas amarillas, todas justas. Estuvo bien auxiliado en las bandas, acertando en todas aquellas acciones que se produjeron, con especial mención en el gol de Neymar, que se encontraba en posición legal.

Los jugadores del Real Madrid le solicitaron dos penaltis: uno en la primera mitad, por mano de Adriano, que caído en el suelo le viene el balón al brazo sin que pudiera hacer nada por evitarlo ni ánimo de jugarlo. El colegiado acertó al no sancionar pena máxima, ya que no existía voluntariedad. Sin embargo, erró gravemente al dejar sin sancionar un claro penalti por empujón de Mascherano a Cristiano, que situado por delante y tomada la posición es derribado. Este error condicionó su actuación, ya que pudo influir en el resultado final del clásico.