La historia detrás de la "silla de Alaba" que Rüdiger resucitó tras el pase a la final de Champions

Tras la Champions de las remontadas ante PSG y City una frase recorre los banquillos rivales: "Si juegas contra el Real Madrid no cometas el error de meter un gol" y ayer volvió a ocurrir. El gol de Davies dio paso a otro partido. Arrancaba el partido de la heroicidad en el que los blancos se desempeñan como nadie. Dos goles de Joselu condenaron a los alemanes en los últimos minutos ante un equipo que ha convertido la épica en algo casi rutinario y las remontadas en parte de su ADN. El Madrid lo volvió a hacer y se medirá al Dortmund en la final de Wembley.

El Real Madrid firmó un nuevo triunfo histórico en la Champions, otra remontada en casa ante el Bayern, para meterse en otra final con unos protagonistas poco esperados. Entre ellos, Rüdiger que se convirtió en asistente de lujo para dar a Joselu el gol que supondría la resurrección blanca.

Pero Rüdiger no solo fue protagonista en el césped sino también en la fiesta posterior. Primero, agarró por la pechera a Ancelotti y después, en la vuelta de honor ante una afición enloquecida, fue a buscar una silla para dársela a su compañero lesionado Alaba, y que así pudiera reeditar así una celebración que ya forma parte de la historia merengue. ¿Cuál es el origen de la "silla de Alaba?

La historia detrás de un gestó icónico

David Alaba no solo consiguió ganarse a la afición blanca en muy pocos meses sino también que una celebración suya se volviese tan viral que ha acabado convirtiéndose en un símbolo del Real Madrid a la altura del mítico capote de Raúl y Sergio Ramos.

La historia de Alaba y si silla comenzó con la inolvidable remontada del Real Madrid frente al PSG, en la edición de la Champions League de 2022. El defensor, de 29 años, en el medio de la celebración por el pase a cuartos de final, tomó una silla de uno de los encargados de seguridad del campo y la levantó gritando, con euforia. Luego, publicó en sus redes sociales una foto del instante con un contundente mensaje: "¡No te sientes en nuestra silla!", escribió el austriaco.

La imagen quedó tan inmortalizada en la plantilla y en la afición que el propio Alaba repitió el festejo tras el partido frente al Espanyol, celebrando el título 35 de LaLiga para el Real Madrid.

Un festejo que ayer tampoco podía faltar y que Rüdiger se encargaba de resucitar desatando la locura entre los aficionados que se agolpaban en las gradas del coliseo blanco. Una pasión de la que el defensa alemán también hizo gala a su salida del estadio convirtiendo en viral su celebración en coche por las calles de Madrid.

La silla espera ya para ser levantada de nuevo pero esta vez en Wembley.