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Iniesta también niega a Bartomeu

El capitán respondió con un escueto "no"a los periodistas a su llegada al aeropuerto tras la concentración con la Selección

Andrés Iniesta, durante una comparecencia ante los medios el pasado 1 de septiembre
Andrés Iniesta, durante una comparecencia ante los medios el pasado 1 de septiembrelarazon

Bartomeu aseguró que la intención es dar libertad a Iniesta para que se retire, en caso de aceptar la oferta blaugrana, cuando crea que le ha llegado el momento.

Llegó Andrés Iniesta ayer al aeropuerto de Barcelona, muy serio y rodeado de cámaras, como siempre les ocurre a los futbolistas. Le hicieron una pregunta, que no contestó, mientras llegaba a su coche. Miraba al frente, abrió la puerta y le hicieron otra pregunta: «¿Puedes confirmar el principio de acuerdo de renovación?». Iniesta se agachó para entrar en el coche y, mirando al suelo, dijo: «No». Se metió en el asiento del copiloto y se marchó. Estos días, Bartomeu, el presidente del Barcelona, había asegurado que sí que había un principio de acuerdo con uno de los emblemas del club para renovar su contrato, que acaba en junio de 2018.

Y una vez más, el presidente de la entidad azulgrana fue desmentido. Aunque esta vez es más duro, porque la respuesta, que deja en evidencia a Bartomeu, llega del capitán, el futbolista que une al Barça de Guardiola con este Barcelona, un hombre que apenas levanta la voz, que en los conflictos busca la manera de unir, de rebajar los enfados, de llegar a acuerdos. Ese «no», rápido, casi inaudible, sin mirar hacia delante de Iniesta, suena, sin embargo, más fuerte que cualquier otra palabra u otra negación dicha por un futbolista cualquiera. Iniesta es el heredero de Puyol, un capitán que entiende la responsabilidad del cargo y el respeto que se merece la institución. Pero su «no» suena a un basta ya.

Que la directiva del Barcelona va a por un camino y los jugadores por otro es un asunto público, aireado en las redes sociales por los jugadores. Pero en ese clima de quiebra social, que sólo las victorias en el campo pueden arreglar, las diferencias entre Iniesta y el presidente son las más graves.

No está siendo un verano sencillo para Bartomeu, que después de ganar sólo la Copa del Rey, vio cómo Neymar se iba a PSG sin que el Barcelona pudiese hacer algo para evitarlo. Fue el primer portazo de un futbolista al Barcelona. Una puerta, además, que no se ha cerrado bien porque el brasileño y el presidente aún siguen mandándose mensajes cada vez que pueden, mostrando el rencor que ha quedado entre ambos.

Neymar fue el primer no. El segundo fue del Liverpool cuando el Barcelona fue a preguntar un precio por Coutinho. No hubo respuesta. En el club catalán aseguran que los ingleses, en el último momento, pidieron 200 millones de euros. Desde Liverpool se asegura que no hubo tal petición porque nunca se negoció por Coutinho, pese a la presión del futbolista. Era el fichaje que más pretendía el Barcelona y, sin embargo, no fue lo suficientemente poderoso como para convencer a todas las partes.

El tercer no, matizado, pero más consistente es el de Messi, que no encuentra días en su calendario para firmar el contrato con el Barcelona. Es protocolario, dicen, pero el argentino no parece muy dispuesto a hacer el favor de calmar las aguas revueltas de la directiva. Bartomeu dijo que Messi había firmado y uno de sus directivos lo negó poco después. Ha firmado, pero no ha firmado. El detalle de su firma no es importante, pero falta. Y ahora Iniesta.

Mientras, Ínigo Martínez y Seri, que estuvieron a punto de fichar por el Barcelona, siguen en sus equipos, porque el club azulgrana, en el último momento, les dijo «no». La palabra de moda en el Campo Nou.