Abusos

"Distorsión narrativa" y consentimiento: así se construye la defensa de Dani Alves

Después de que las pruebas de ADN hayan reforzado la versión de la víctima, la defensa del brasileño trabaja para desmontar lo que considera una "distorsión narrativa"

El abogado de Dani Alves, Cristóbal Martell
El abogado de Dani Alves, Cristóbal MartellArchivoLa razon

La situación de Dani Alves se complica cada día que pasa y se conocen nuevos avances en la investigación. Una de las pruebas clave en este caso eran las pruebas biológicas recogidas la misma noche de la agresión y que, ahora, acorralan al brasileño. Las pruebas aportadas por el forense al Juzgado de Instrucción número 15 de Barcelona señalan que los restos de semen encontrados en el interior de la víctima tiene el mismo perfil genético que la muestra entregada por el futbolista brasileño. También los que se hallaron en el vestido de la víctima y en el suelo del baño de la discoteca donde en teoría se produjo la agresión. Esta nueva prueba refuerza la versión de la agresión sexual y desmontaría la penúltima versión de Alves, que aseguró que la mujer le hizo una felación de manera consentida.

Y es Alves, tal vez consciente de las pruebas de ADN no le dejarían otra salida, ha rectificado hasta cuatro veces en sus declaraciones y ha pasado del "no conozco a esa señorita" (en la primera) al "hubo tocamientos" (la segunda), "una felación" (la tercera) a, finalmente, reconocer que mantuvo con ella una relación sexual "con penetración".

Esto no solo da veracidad a la versión de la víctima, sino que además se descubre que tuvo que hacer una actuación violenta por parte de él. Se trata de un dato muy relevante pues es la primera vez que Alves reconoce que culminó la relación sexual con la mujer en la discoteca Sutton, algo que él había negado hasta ahora y que la víctima aseguró desde el primer segundo: "Un famoso me ha penetrado", fue lo primero que dijo a los guardias de seguridad de la discoteca, según el atestado.

Un hecho que ya había sido denunciado públicamente por su abogada que reveló que la víctima "está recibiendo apoyo psicológico a través de una entidad pública especializada en el tratamiento de víctimas de violencia" y que le dieron un tratamiento para evitar enfermedades infecciones, pues el futbolista "no utilizó preservativo".

La estrategia de la defensa

Ante el aluvión de indicios incriminatorios, Alves ha pedido volver a declarar y podrá hacerlo cuantas veces desee ya que la juez está obligada a escucharlo siempre que pida matizar o dar una nueva versión sobre los hechos imputados mientras su equipo legal trabaja para desmontar la versión de la víctima.

El equipo de Cristóbal Martell presentó un recurso a la Audiencia de Barcelona y las posteriores alegaciones tras oponerse la Fiscalía a su salida de la cárcel. En ese recurso se cuestionan los indicios existentes y tilda de
"tendenciosa" la investigación de los Mossos.

Consentimiento por parte de la víctima y "narración desvirtuada" son los dos clavos ardiendo a los que se agarra su equipo legal. Para ello, revisaron detalladamente las más de 7 horas de grabación de las cámaras de seguridad del local durante la noche del 30 de diciembre. Tras este visionado, el abogado considera que hay elementos en los hechos que resultan plausibles para elaborar una buena defensa. “Hay partido”, subrayó.

Los dos minutos clave

En las grabaciones se ve cómo hay un lapso de 2 minutos en los que Alves entra en la sala en la que está el baño donde se produce la presunta violación y, tras lo cual, lo hace la chica.

El penalista sostiene, de esta manera, que los hechos no han tenido lugar exactamente como se han contado en los medios de comunicación, en los que parece que todo sucede muy rápido y que es el jugador el que lleva a la joven hasta el baño. Según el entorno del jugador, las imágenes demostrarían que, aunque Dani Alves la convenciera para acompañarlo a otra sala VIP que resultó ser un baño, en ningún caso la obligó ni la llevó él mismo, sino que la joven fue sola más tarde que el brasileño. En esa segunda sala a la que acceden ambos no hay cámaras de seguridad, por lo que hay una parte de información que se pierde. Esa supuesta voluntariedad de la víctima es lo que tratará de demostrar su defensa.

La actitud del jugador tras salir del baño también ha generado una gran polémica en los últimos días pero también puede -según su abogado- reforzar su defensa. El futbolista abandonó el baño y se fue a la barra a pedir una copa. La joven, visiblemente afectada también acudió, minutos después, a la barra donde estaban su prima y su amiga para susurrarles al oído lo que había ocurrido. La mujer informó de lo sucedido al personal de seguridad de la discoteca, que activó el protocolo pertinente en estos casos y avisó a la policía catalana. Mientras, en el entorno de la víctima han subrayado la frialdad de Alves tras los hechos, desde la defensa del brasileño creen que esto demuestra que el jugador estaba tranquilo por que no había cometido ningún delito, sino que simplemente había mantenido sexo.

"Distorsión narrativa"

Por otra parte, en el recuso presentado por el jugador se insiste en que la investigación llevada a cabo por los Mossos ha sido tendenciosa y aducen ante la Audiencia de Barcelona que los vídeos de la discoteca “desmienten de forma radical” la versión de la víctima, porque no la muestran bajo un clima de “terror, pavor o dominación”, y sostiene que su relato puede ser una “distorsión narrativa”.

En ese sentido, indica que la denunciante, su prima y una amiga entraron en este reservado, conocido como ‘La Suite’ sobre las 3:20 de la madrugada y que durante 20 minutos estuvieron “departiendo de un modo lúdico y festivo” con el jugador y su acompañante “rodeados de muchísima gente en un espacio abierto”. Para los letrados este ambiente “dista mucho en ser el escenario de intimidación ambiental” que marcan los tribunales para “doblegar la capacidad de la víctima”.

Mientras las alegaciones de la parte siguen su curso, parece que el jugador tiene cada día más difícil eludir la cárcel hasta la fecha de juicio.