Joan García y la condición que complica su fichaje por el Barça

Joan García está en el radar del FC Barcelona como posible relevo de futuro en la portería, pero su fichaje está lejos de cerrarse. El guardameta del Espanyol, una de las grandes revelaciones de la temporada en LaLiga, ha dado luz verde a su salida al eterno rival… con una condición clara: quiere la titularidad asegurada desde el primer día.

Ese es el gran obstáculo que amenaza con frustrar la operación. El Barça, que está dispuesto a pagar su cláusula de 25 millones de euros y ofrecerle un contrato de cinco temporadas, no puede prometerle ahora mismo el puesto de número uno. Marc-André ter Stegen sigue en el equipo, tiene contrato hasta 2028 y no piensa ceder su sitio tras recuperarse de una larga lesión. Y aunque la dirección deportiva cree que Joan puede ser clave en la nueva era de Hansi Flick, la titularidad será decisión del técnico alemán.

Nada de cesiones ni promesas a medias

El Barça se planteó fichar a Joan y cederlo un año. O incluso integrarlo en dinámica de primer equipo con un “duelo” sano por la portería. Pero el entorno del jugador ha sido tajante: no habrá fichaje si no se garantiza protagonismo inmediato.

A eso se suma una preocupación extra: la inscripción en LaLiga. Joan y sus agentes quieren garantías contractuales y logísticas. No quieren verse en agosto sin dorsal, como ha pasado con otros fichajes blaugranas por problemas con el límite salarial.

Newcastle, la alternativa más seria

Mientras el Barça duda, el Newcastle ha movido ficha. El club inglés, con billete para la próxima Champions, le ofrece la portería desde el minuto uno y un proyecto sólido. También Aston Villa sigue de cerca su situación, aunque condicionado a la salida del Dibu Martínez.

Por ahora, Joan mantiene la calma:

“Estoy tranquilo. Acabamos de terminar la temporada y quiero descansar. Si llega una oferta que le parezca bien al club y a mí, se hablará. No tengo una fecha para decidir.”

Un fichaje con carga emocional

El posible fichaje de Joan García por el Barça tendría un fuerte impacto simbólico: se trata de un jugador criado en el Espanyol, equipo con el que logró el ascenso hace un año y que ha vuelto a consolidar en Primera.

Su llegada al Camp Nou sería un terremoto deportivo y emocional para el entorno perico… y un mensaje directo de autoridad del Barça en el mercado nacional.