"Caso Alves"

El juicio de Dani Alves no será a puerta cerrada: estas son las medidas para proteger a la víctima

La declaración de la mujer se grabará pero "para evitar que se pueda filtrar su imagen o su voz", la grabación se hará con la voz distorsionada y la imagen pixelada. Todos deberán referirse a ella como "la denunciante"

Así será el juicio de Dani Alves: a imagen y semejanza del de "La Manada"
Así será el juicio de Dani Alves: a imagen y semejanza del de "La Manada"Archivo

El "caso Alves" entre en su fase final y la Ciudad Condal se prepara para acoger el juicio más mediático de los últimos años. La Audiencia de Barcelona juzgará los días 5, 6 y 7 de febrero del próximo año al futbolista Dani Alves, a quien la Fiscalía acusa de violar a una joven en un reservado de una discoteca de la capital catalana el 30 de diciembre de 2022 y para quien pide nueve años de cárcel. Un juicio en el que la protección de la presunta víctima será clave.

Tal y como cabía esperar, la Fiscalía solicitaba que las tres sesiones del juicio se celebren a puerta cerrada, lo que significa que solo estarán presentes el tribunal, el letrado de la administración de Justicia, el fiscal y los abogados de la acusación particular y de la defensa del jugador, junto con los procuradores. La Fiscalía ha argumentado que esta medida es necesaria para proteger a la víctima, no solo su imagen o voz, sino también su privacidad y seguridad. Sin embargo su petición solo ha sido tenida en cuenta a medias.

El juicio al futbolista Dani Alves por presuntamente agredir sexualmente a una joven en una discoteca de Barcelona solo será a puerta cerrada cuando declare la denunciante, y el resto de la vista no podrá grabarse ni emitirse en medios de comunicación.

Así lo ha acordado la Audiencia de Barcelona en un auto este jueves, al que ha tenido acceso Europa Press, en respuesta a la Fiscalía y la acusación particular, que pidieron que el juicio se hiciera íntegramente a puerta cerrada, es decir, sin público en la sala y sin que los periodistas pudieran escucharlo ni retransmitirlo. El juicio está fijado para la semana que viene, de lunes a miércoles, y el tribunal ha optado por blindar únicamente la declaración de la denunciante como forma de proteger su intimidad, y con la misma finalidad ha añadido otras condiciones.

En este sentido, el tribunal ha ordenado que todas las personas que intervengan en el juicio (el propio Alves, abogados, testigos y peritos) se refieran a la víctima como "la denunciante", sin decir su nombre ni apellidos. Aunque se hará a puerta cerrada, la declaración de la mujer se grabará como prueba, y "para evitar que con posterioridad se pueda filtrar su imagen o su voz", la grabación se hará con la voz distorsionada y la imagen pixelada.

Cuando declare en el juicio, la denunciante estará separada de Alves por un biombo para evitar que haya contacto visual entre ellos.

No se podrá grabar el interrogatorio a Alves

En cuanto a la cobertura mediática, los periodistas podrán escuchar y relatar el contenido del juicio, pero no grabarlo ni retransmitir imágenes ni grabaciones de audio de lo que ocurra en la sala, incluido el interrogatorio al futbolista.

El tribunal sí permitirá que los periodistas tomen fotografías e imágenes de recurso justo al inicio del juicio, antes de que los implicados intervengan.

Los magistrados han prohibido "expresamente" divulgar o publicar información sobre la intimidad de la mujer o datos que puedan facilitar identificarla, y también ha aclarado que los periodistas no podrán tomar imágenes de ella o sus familiares cercanos que intervengan en el juicio.

Para tomar esta decisión, el tribunal ha tenido en cuenta el principio de publicidad de las actuaciones judiciales, recogido en la ley y en la Constitución, así como las limitaciones que prevé el Estatuto de la Víctima para protegerlas.

Los antecedentes de las "manadas"

El juicio contra el brasileño durará tres días en los que la protección de la víctima será clave. Según estable el Estatuto de la Víctima, el tribunal evitará la confrontación visual de la víctima con el encausado cuando le genere "terror, humillación o sufrimiento". Para ello se conseja la utilización de parabanes, biombos, con la posibilidad de utilización de las tecnologías de la comunicación. En este sentido se establece que se debe garantizar la audiencia de la víctima sin su presencia en la sala de vistas mediante la utilización de la tecnología como declaración de la víctima a distancia, en dependencias adecuadas y/o separadas o mediante videoconferencia. También se deben evitar las preguntas relativas a la vida privada o sobre datos que puedan facilitar su identificación y el juez podrá decretar que se celebre si presencia de público tal y como ha solicitado la Fiscalía.

La letrada de la joven ya solicitó a la sala que adoptara medidas para proteger a la joven el día del juicio, como que tenga acompañamiento profesional y se evite la confrontación visual con el acusado.

Es decir durante el juicio se celebrará a imagen en semejanza de "La Manada" de Pamplona. El 13 de noviembre de 2017, la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Navarra, que juzgó el caso de la violación grupal sufrida por una joven madrileña durante los Sanfermines de 2016, decidió que todas las sesiones se celebrasen a puerta cerrada para evitar una exposición mediática que podía perjudicar la intimidad de la víctima y los acusados. En este caso solo será a puerta a cerrada cuando declare la víctima pero no durante el interrogatorio de Dani Alves.

Asimismo, el tribunal añadió la prohibición de divulgar las actas de declaración que sí se entregaron a las partes y solicitó que la joven denunciante acudiese a su declaración protegida por la Policía Foral y accediese por una zona "protegida y no visible". Así, la joven, que tenía 18 años cuando ocurrieron los hechos, declaró ante el tribunal sin mantener contacto visual con los cinco acusados, que siguieron el interrogatorio desde una sala anexa a través de un sistema de videoconferencia.

Lo mismo ocurrió en 2019 cuando la víctima de los abusos sexuales sufridos por parte de cuatro miembros de La Manada en Pozoblanco (Córdoba) en mayo de 2016, tuvo que comparecer ante el tribunal. La joven declaró tras una mampara para no tener contacto visual con los acusados en un juicio que también se celebró sin público.

El juicio de Dani Alves también se realizará bajo tres parámetros clave: sin contacto visual entre víctima y agresor, prohibición de imágenes y limitación de las informaciones.