Real Madrid

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Kovacic pide su turno

Con la baja de Modric, su compatriota puede tener un hueco el domingo en el primer clásico oficial de la temporada en el Camp Nou

Kovacic conduce el balón en el entrenamiento de ayer del Madrid
Kovacic conduce el balón en el entrenamiento de ayer del Madridlarazon

Con la baja de Modric, su compatriota puede tener un hueco el domingo en el primer clásico oficial de la temporada en el Camp Nou.

En el último partido de Rafa Benítez en el banquillo del Real Madrid, Kovacic fue expulsado por una patada a destiempo y tuvo que ver el final del encuentro, un empate en Mestalla, entre lágrimas, en el vestuario, roto por la impotencia de no poder ayudar a su equipo, o peor, de ser culpable de una posible derrota de sus compañeros. El Madrid empató, pero eso ya no cambió el destino escrito del técnico. Benítez no tuvo tiempo de reaccionar, pero Kovacic sí que ha tenido tiempo para sacarse esa espina y disfrutar de jugar y ganar y volver a ganar en el Real Madrid. Llegó Zidane y cambió todo en el club blanco, que empezó a escribir una historia de éxito similar a la de los años cincuenta y en la que el croata ha puesto su granito de arena, cada vez más grande, cada vez más importante. Por eso el entrenador francés no quiere que se le venda, pese a que es un futbolista que tiene mucho mercado y al que sigue con creciente interés la Juve, por ejemplo.

El domingo, el Madrid y el Barcelona se miden por primera vez en serio esta temporada y es más que probable que Kovacic tenga un sitio en el equipo que el entrenador francés presente en el Camp Nou. En realidad, ese once es un misterio porque las rotaciones y el nivel competitivo de la plantilla apenas permiten adivinar quiénes van a jugar, pero la ausencia obligada de Modric, suspendido por haber sido expulsado en la última Supercopa de España que jugó, deja un hueco franco para su amigo y compatriota.

Sin minutos en el duelo contra el Manchester United, todo apunta a que uno de los once va a ser él porque, además, fue el futbolista que más destacó en la gira de Estados Unidos: demostró que cada día le pesa menos la responsabilidad y que los dos años pasados en ese vestuario le están haciendo bien y le han mejorado a pasos agigantados. Aún le queda por aprender mecanismos del fútbol combinativo, pero nadie cómo él conduce la pelota en vertical. La lleva pegada al pie, va rompiendo líneas y no es fácil detenerle. Es su jugada favorita, casi es una especialidad. Seguro, una variante para sorprender a los rivales.

Hace apenas un año la ausencia de Modric en un partido como el de pasado mañana hubiese alimentado los pensamientos más negativos en el Real Madrid. Luka, ahora con el diez en la espalda, sigue siendo el futbolista del que más depende el ritmo del conjunto blanco, pero este equipo campeón ya conoce que puede vivir sin él. Tiene a Kovacic, pero también puede situarse ahí Isco y ha fichado a Ceballos con la idea de que la futura retirada de Modric no resulte traumática.

Mientras eso sucede, su amigo Kovacic es quien más papeletas tiene para cubrir su baja en los partidos importantes. Llegó al Madrid sin muchas referencias, pero bajo la sombra de Modric y ayudado por él, se ha convertido en un jugador clave en el vestuario, por su facilidad para asociarse y porque es la clase de futbolista que gusta mucho a sus compañeros: no va a regatear un esfuerzo y no va a renunciar a su responsabilidad. Con la llegada de Marcos Llorente ya no tiene la necesidad de jugar en la posición de mediocentro, que le gusta mucho, pero que quizá no es la que mejor conviene a sus características.

Ya conoce, además, lo que es jugar en el Camp Nou y dar la cara frente al Barcelona. No lo hizo en la primera temporada, pero sí fue titular en el Camp Nou, la pasada, cuando el Madrid, con gol de Ramos al final, empató a uno el encuentro de Liga. Fue ese día cuando Jordi Alba le grito: «Aprende a hablar español, tonto», con todo el desprecio que llevan esas palabras. El lateral del Barcelona, que aseguró que son lances de juego, no sabía es que Mateo Kovacic sabe hablar cinco idiomas, con esa facilidad que tienen los jugadores ex yugoslavos para aprender el idioma del país en el que juegan. Enseguida las redes sociales respondieron al futbolista del Barcelona con un vídeo en el que se comprobaba como Kovacic hablaba croata, alemán, inglés, italiano y español.