La Copa más cara de Europa

Madrid- Un par de días después del último partido de Liga contra el Real Madrid, el Atlético vendió a sus primeros socios las entradas de la final de la Copa del Rey. Algunos, que tenían pensado comprar el ticket y disfrutar del encuentro como habían hecho con las últimas finales disputadas por el conjunto rojiblanco, prefirieron no hacerlo esta vez. Si la derrota del Atlético contra los suplentes del Madrid hizo añicos parte de sus esperanzas, los precios a los que se vendían las entradas aniquilaron las últimas ganas que podían tener. No están los tiempos para dejarse el dinero en ilusiones que, en principio, parecen más que descabelladas.

Hay que estar más que ilusionado para comprar algunas de las entradas del partido de mañana. El coste fijado por los clubes va desde los 50 euros la más barata, hasta los 275 la más cara. El precio supera en mucho lo que cuestan otras finales europeas. El fútbol español se ha convertido en el más caro de Europa con diferencia. «Yo creo que aquí seguimos viviendo de espaldas la realidad. Se ha visto en la ''Champions'', cuando los precios de las entradas en otros estadios europeos han sido mucho más baratos que en España –dice el economista y experto en finanzas del fútbol, José María Gay de Liébana–. Creo que en el tema del fútbol estamos mirando a otro lado y nos equivocamos. Ir al fútbol se está convirtiendo en una cosa de alta cualificación, a la que no todos pueden acceder».

Los clubes españoles hacen cuentas y consideran que mantener alto el precio de las entradas, aunque baje un poco la asistencia a los estadios, todavía les sigue mereciendo la pena. Es la ley de la oferta y la demanda. Se venden menos entradas, sí, pero mientras la crisis ha obligado a que los consumidores eviten gastos superfluos, el fútbol sigue siendo fundamental. «Todavía –insiste Gay de Liébana–. Pero también es verdad que los ingresos del día del partido están bajando. Creo que lo que debe hacer el fútbol español es mirar al modelo alemán: abaratar los precios en busca de aficiones más fieles y buscar a través de esa fidelidad otro tipo de beneficio».

Eso sería un plan a largo plazo, pero los clubes endeudados necesitan dinero ahora y lo que «hacen es optimizar el precio de las entradas como sea», explica Jaume Llopis, profesor de IESE, para conseguir el mayor beneficio. «Al fútbol español lo que le hace falta es modernizarse tecnológicamente, pero no sólo en el campo de fútbol, para ayudar a los árbitros, sino también en la gestión. Por ejemplo, con las entradas se podía hacer como hacen los aviones: variar el precio según se llenan los estadios o no. El problema del fútbol es que menos en un par de clubes (el Madrid y el Barça entre ellos), el resto de dirigentes no tienen ninguna formación empresarial».

Los expertos hablan de una burbuja que no interesa estallar. Ir al concierto de los Rolling o cenar en El Celler de Can Roca, el mejor restaurante del mundo, es más barato que ver la final.

Todavía quedan entradas

En internet, como en casi todos los grandes eventos, se regalan entradas del partido de mañana si se compran un par de bolis por más de 270 euros cada uno. Pero esta vez parece que los bolis se van a quedar sin vender. En las taquillas aún quedan unas 3.000 entradas. Si el Bernabéu no se llena hoy, puede ser el primer aviso de que no se pueden subir los precios en tiempos de crisis económica. «Tenemos que ver, si el estadio se llena. Si es así –asegura el economista Gay de Liébana– no hay que decir nada, porque significa que la demanda ha respondido bien. Si hay sitios vacíos, es que el precio ha fallado y hay que pensar por qué».