Copa del Rey
La mirada asesina de Messi
Jugó bien el Barça y lo hizo bien el Getafe. Goleó Cesc, volvió Messi... y goleó también el argentino. Dos tantos en media hora para dar la razón a su entrenador. «Ha venido con mirada asesina», dijo Martino. Pues así es esa mirada: letal y eficaz, para terminar de sentenciar una eliminatoria que estaba encarrilada. Con el «10» en el campo, todo es mucho más fácil. Dos meses después, aquí está de nuevo, pero vayamos por partes:
El buen partido del Barcelona. Está fino el equipo azulgrana, más rápido con el balón y también sin él. La pelota comienza a moverse a alta velocidad y cuando el equipo la pierde, va a buscarla con ansiedad. La presión vuelve a ser clave en el funcionamiento del colectivo porque ahorra un buen puñado de pases y reduce el camino hacia la portería rival. Dispuso Martino un «once» más que apañado, casi el titular, pese a que Neymar se perdió el duelo a última hora por una gastroenteritis. La primera media hora fue extraordinaria y los jugadores a los que se echaba de menos comienzan a aparecer. Iniesta dirigió las operaciones con mucha movilidad por todos lados y Pedro ha recuperado la chispa. Incluso parece que regatea mejor que nunca. Es incisivo y siempre aporta buenas soluciones, ya sea con una carrera o con un pase al primer toque. El Barça cada vez consigue acumular más minutos buenos y menos malos, aunque ayer le costara cerrar las contras.
Porque no se puede decir que el Getafe hiciera un mal partido. El equipo de Luis García sufrió y supo sufrir, corrió detrás del balón y también lo hizo hacia arriba. Cuando superaba la primera línea de presión se disparaba, con Sarabia especialmente inspirado. Cada «x» minutos, daba un susto con sus salidas o en las jugadas a balón parado, el talón de Aquiles del líder de la Liga. Pinto, el portero de la Copa también para Martino, se vio obligado a hacer varias intervenciones de mérito.
Resolvió Cesc. El «4» actúa como falso nueve, pero nunca ha sido tan verdadero en el Barcelona como este año. Interpreta perfectamente esa posición entre los centrales, para, de espaldas, hacer de pared para sus compañeros, o para sorprender desde atrás. Está formando un dúo letal con Pedro. Si en el primer tanto el canario centró para que Fàbregas rematara de cabeza, en el segundo cambiaron los papeles. Cesc filtró un pase que Pedro convirtió en un penalti lanzado por el hombre que había iniciado la jugada, que firmó un doblete.
Justo después de ese tanto entró Messi. Calentó desde el minuto 50, sonrió, saludó al público, que llevaba tiempo ovacionándolo, y después saltó al campo ya con 2-0 para los suyos. Las sensaciones que transmitió fueron cambiando hasta terminar en lo más alto. Primero pareció temeroso y no metió la pierna en las acciones iniciales. Son casi dos meses sin jugar. Después, tuvo su primer cambio de ritmo, que concluyó con un pase que a punto estuvo de rematar Pedrito. Y finalmente, marcó. Un tanto tras aprovechar un rechace y después «su» gol: una carrera rodeado de rivales que no le quitan el balón y le dejan llegar al área. Ahí acaba todo: el balón termina en la portería casi seguro. Messi parece físicamente recuperado y entonces su calidad dice el resto. El equipo ha respondido bien sin él, pero vive más tranquilo cuando está.
Ficha técnica:
4 - FC Barcelona: Pinto; Montoya, Puyol, Mascherano, Adriano; Busquets, Sergi Roberto, Iniesta (Messi, min. 63); Pedro, Cesc (Song, min.81) y Alexis Sánchez (Tello, m.75).
0 - Getafe: Codina; Valera, Alexis, Rafa, Roberto Lago; Lacen, Juan Rodríguez, Diego Castro; Sarabia (Pedro León, min.69), Gavilán (Lafita, min. 65); y Ciprian Marica (Colunga, min.77).
Goles: 1-0, min.8: Cesc. 2-0, min.63: Cesc, de penalti. 3-0, min.90: Messi. 4-0, min. 92: Messi.
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