Champions League

Fútbol

La noche de los cambios

El entrenador italiano del Real Madrid, Carlo Ancelotti, debe poner orden en el caos post derbi
El entrenador italiano del Real Madrid, Carlo Ancelotti, debe poner orden en el caos post derbilarazon

Elche y Atlético de Madrid han sumido al Real Madrid en un mar de dudas, impotencia e ineficacia en todas sus líneas difícil de entender y explicar dada la calidad de la plantilla, la inversión en mejorarla, el tiempo de rodaje del equipo (salvo Bale, una sola pieza) y la clara idea de juego con la que se presentó Carlo Ancelotti hace tres meses. Pero todo eso se ha ido al traste. El técnico italiano debe volver a barajar y echarle las cartas a sus jugadores, ahora desorientados, para que éstos vislumbren su presente y futuro.

Es el Copenhague en el Bernabéu (20:45, C+Liga de Campeones), rival de mañana en la segunda jornada de la Liga de Campeones, un contrario a priori asequible para poner orden en el caos y sentar las bases venideras. La presencia de Casillas y su porte de capitán en la portería, desde donde el balón manda la primera señal, marca el arranque de la necesaria revolución. A partir de ahí, habrá caras nuevas, pero antes de saber cuáles lo más importante será definir la idea de juego.

Ancelotti prometía un fútbol que «enamorara al aficionado», de control y posesión no lograda por la desconexión entre líneas, de tal manera que la fórmula ha degenerado en el pelotazo como único recurso para llegar a la meta rival. Tanto es así, que los jugadores, por la verticalidad de sus grandes estrellas -Cristiano y Bale-, la ausencia del futbolista más combinativo que tenía el Madrid -Özil-, y a la espera de que la estabilidad y el acomodo del puzzle invite a que hombres como Isco puedan moverse con libertad entre líneas, la plantilla se siente más cómoda al contragolpe. Carlo, pues, debe decidir entre el toque o el contraataque, al menos durante un periodo de transición hasta que el equipo se muestre más conjuntado.

El posicionamiento y el esquema de juego también han quedado en entredicho. Queda claro que la defensa debe estar más adelantada, como era usual en el equipo, de tal forma que esté más compacto y el 4-4-2 evolucione al 4-2-3-1, más idóneo, menos rígido, más espectacular.

Por último, la presión. Los rivales se vacían en el campo frente al Madrid, de la misma manera que «los blancos» presionaron el centro del campo culé y se llevaron la victoria en los clásicos que así fue. Es la única manera para tener más el balón y, sin embargo, al equipo se le ve poco empeñado en presionar y en las ayudas defensivas, de las que sólo Cristiano está exonarado. El resto, como dijo ayer Sergio Ramos, a trabajar

Dudas todas ellas que Ancelotti deberá despejar en la charla técnica previa al duelo con el Copenhague, en la que dará a conocer su puesta en común y el once post derbi. ¿Sin Pepe, sin Arbeloa, sin Khedira... para salir más con el balón jugado? ¿Con Varane, Carvajal, Modric, Morata, incluso Marcelo? Lo que es seguro es que será, la noche de los cambios.