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La «prisión» de Simeone

La «prisión» de Simeone
La «prisión» de Simeonelarazon

La nueva posición de Messi se mide a la tela de araña del Cholo, que ya desactivó al argentino el año pasado

El Camp Nou demostró su amor a Messi en el partido de la Copa del Rey contra el Elche y seguro que lo volverá a hacer hoy contra el Atlético. Si hay guerra civil con Luis Enrique la va a ganar él. Pese a ello, es la época más extraña y oscura del argentino en su carrera en el Barcelona, entre peleas con el entrenador y rumores de su adiós, y hoy se enfrenta al rival que peor se lo ha hecho pasar últimamente. Leo ha logrado marcar 20 goles en 22 partidos al Atlético, una cifra impresionante, pero el año pasado fue incapaz de anotar ni tan siquiera uno en seis enfrentamientos. La última vez que lo logró fue en diciembre de 2012 y Simeone tiene mucha culpa de ello. Los buenos números, si se analizan en frío, de Messi en el curso 2013/14 (41 goles en 46 partidos) quedan en entredicho por las actuaciones del «10» ante los rojiblancos. Aparte de no marcar, en los dos partidos de cuartos de la «Champions» y en el que decidió la Liga en el Camp Nou se vio a la versión más apática de Messi. Como desconectado del juego, sin apenas moverse (en el duelo europeo del Calderón apenas corrió 1,5 kilómetros más que el portero Pinto, según los datos de la UEFA), el futbolista más determinante del Barcelona falló en los momentos clave. Encerrado en la jaula de Simeone, no logró brillar. Tata Martino buscó soluciones y lo colocó en la derecha. Después se explicó: «No nos interesaba que Leo participara tanto en el juego, sino que buscara más el uno contra uno». La frase fue sacada de contexto al seleccionar sólo la primera parte, y por eso se criticó mucho al entrenador, pero leída entera viene a decir que lo que importaba no era que Messi tocara muchos balones, era que tuviera ventaja en los que lo hiciera. Pero ni así. No lo consiguió. Ni de delantero mentiroso ni de extremo brilló la «Pulga», siempre encerrado en la cárcel rojiblanca, vigilado por más de un rival. El Atlético salió victorioso.

El duelo de hoy decidirá quién es el principal aspirante a pelear la Liga con el Real Madrid, y el Barça necesita al mejor Leo. En el año en el que están tratando de usar un juego más combinativo, los madrileños volvieron en el partido de Copa del miércoles contra el Madrid a su idea de la temporada pasada, y algo parecido se espera hoy en el Camp Nou. Se encuentran cómodos cediendo el balón y cerrando los espacios. Con ese sistema ya desactivaron a Messi y al Barça, que este año no anda precisamente sobrado de ideas ante los equipos que se le encierran, que suelen ser casi todos.

«Contra rivales así cuesta, siempre va a ser complicado», ha dicho Luis Enrique cada vez que los suyos se han atascado en ataque. Leo suele ser el desatascador, aunque con el Atlético le cueste demasiado últimamente. Esta temporada hay una novedad, ya que suele partir desde más atrás, por la derecha o prácticamente de mediapunta, zonas más alejadas de la zona de peligro, pero también fuera de la tela de araña del Cholo. Desde allí puede resolver con sus llegadas o con sus pases filtrados, faceta en la que está destacando especialmente esta campaña. Ya lo dijo Martino: «Leo no necesita marcar para ser decisivo». Con él no lo logró serlo, hoy se verá si lo es para Luis Enrique, en la jornada más complicada del técnico desde que llegó a la Ciudad Condal. La nueva posición de Messi es un quebradero de cabeza para Simeone, el hombre que mejor ha sabido frenarlo.

El argentino recibirá hoy antes del partido el trofeo LFP como máximo goleador de la historia de la Liga. Messi batió hace semanas el récord de goles de Telmo Zarra (251 goles), que estaba vigente desde 1955, pero hasta la fecha la Liga de Fútbol Profesional había pospuesto el reconocimiento al jugador azulgrana. El trofeo será entregado por Carles Rexach.

Barcelona: Bravo, Alves, Piqué, Mascherano, Alba, Busquets, Iniesta, Rakitic, Messi, Suárez y Neymar.

Atlético: Moyá, Juanfran, Giménez, Godín, Siqueira, Tiago, Arda, Gabi, Koke, Griezmann y Mandzukic.

Árbitro: Undiano Mallenco (colegio navarro).