Con nombres propios, el cronista decide señalar a los futbolistas que considera culpables. Una extraña estrategia de comunicación

El Valencia perdió ayer contra el Atlético de Madrid y dejó la imagen de ser un equipo sin personalidad, superado por las adversidades y por su indolencia. Es un equipo casi siempre a la deriva en un club donde parece que gana el caso. Cuando acabó el choque y partía el autobús del club valencianista se dieron cuenta de que se habían dejado a uno de sus hombres del staff en el Calderón. El autobús se paró, se subió, pero no dio tiempo a que la expedición llegase al AVE, lo perdió. Y por si fuera poco, en la crónica del partido que escribieron en la página web, en su propia página web, critican a los futbolistas de Voro. Voro no lo veía claro. Todo lo contrario. Apostó por Santi Mina y Bakkali y por Enzo Pérez, con una cartulina, y Munir. Era un cambio ofensivo, pero los errores continuaban y, primero Bakkali y después Cancelo se empeñaron en ser atacantes del Atlético, pero Gameiro y Griezmann estuvieron desacertados. De no ser así, el resultado podría ser de escándalo. El Valencia CF no sólo no reaccionaba sino que no estaba en Madrid.

Con nombres propios, el cronista decide señalar a los futbolistas que considera culpables. Una extraña estrategia de comunicación, ya que en las páginas oficiales del club lo que se suele hacer es glosar a tu equipo o no criticarlo.

Pero ahora mismo, en el Valencia todo es posible.