Fútbol
Las certezas de Ancelotti
Su Real Madrid dio una lección de madurez en el derbi, confirmando la evolución de un proyecto que ha empezado a reconocerse en el medio
Dijo Ancelotti en la previa que el partido ante el Atlético iba a ser muy distinto a aquel disputado en septiembre, en el que con un gol de Diego Costa los rojiblancos dieron el primer disgusto al proyecto del técnico italiano. Aquél era un Madrid crudo, todavía por hacer, con jugadores recién llegados y poco tiempo para entender lo que el técnico quería. Carlo hablaba de equilibrio y excelencia, pero todo era teórico. El Atlético se sabía de carrerilla el guión del curso anterior y se llevó por delante a su vecino del norte. Ancelotti avisó de que el tiempo había pasado y tenía razón. Cuatro meses después, a su Madrid ya le ha salido «barba» y camina firme evolucionando partido a partido.
El entrenador estaba obsesionado con la facilidad del bloque para partirse por el medio y aquí es donde ha empezado a reconocerse. La fórmula adecuada era el 4-3-3, con Modric y Xabi junto a Di María. Con ellos ha llegado el equilibrio y de él se benefician tanto los que están a su espalda como aquellos que están por delante. Un gol en contra en los 10 partidos disputados en 2014 lo dice casi todo de un equipo al que últimamente es complicado chutarle más de dos veces entre los tres palos. El grupo se ha hecho fuerte desde atrás y pisa firme aunque Cristiano no tenga el día, como sucedió el miércoles en el Bernabéu.
El buen momento alimenta de paso a Jesé, un chico dispuesto a comerse el mundo a base de goles importantes. No le importa si la noche es de cuchillos largos o los defensas muerden. Él tiene la portería en la cabeza y el gol en la sangre. Marca goles importantes y se ha ganado ser titular en cuanto falte uno de los habituales. Sin Bale, él es el elegido y mañana, sin Cristiano, lo volverá a ser. Del Bosque habla del chico con toda la cautela del mundo y se limita a decir que está entre los potenciales futbolistas que pueden ser tenidos en cuenta para la Selección. «No quiero centrarme especialmente en ninguno», dijo ayer cuando las preguntas de los periodistas iban encaminadas a si el chico se estaba ganando estar próximamente vestido de rojo.
El «Niño» es el ingrediente que le faltaba a un ataque ya temible y tiene además la confianza de Cristiano. Como el portugués, empezó a jugar el fútbol haciendo la guerra por su cuenta en el campo, pero ya en el Castilla aprendió que con la ayuda de los compañeros es más fácil sacar ventaja de su talento. No se arruga si el día es para hombres, como fue el del derbi del Bernabéu. Tampoco Pepe, ni Sergio Ramos, que han conseguido que no se haga muy larga la espera por Varane. La rodilla del francés ya está bien y podría asomarse a la titularidad ante el Villarreal, pero los otros dos centrales han completado dos meses casi perfectos.
Igual que Modric, capaz de jugar bien en todas las zonas del campo y de ser influyente en cada una de ellas. Es el faro de Ancelotti, que va acumulando certezas y cerrando interrogantes.
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