Historias del balón

La lesión más surrealista del fútbol la provocó un perro y retiró al jugador... pero hay muchas más

La "falta canina" a Chic Brodie forma parte de la historia del fútbol como la retirada más inexplicable pero hay otras muchas lesiones ridículas

Chic Brodie
Chic BrodieArchivo/Twitter

En el mundo del deporte las lesiones son una de las trabas con las que los deportistas deben lidiar cada temporada. Algunas son inevitables y se deben a lances de la propia competición pero hay otras que son producto del infortunio y, en muchos casos, absurdas. Una celebración inapropiada, una botella de champán, un baile e incluso u pero juguetón han dejado al atletas de élite en el dique seco durante meses o han puesto fin a su carrera.

Pero si hay una retirada inexplicable esa es la de Chic Brodie, el portero con más mala suerte de la historia. Charles Thomas George Brodie jugaba en la liga inglesa de los años 50 y 60.

Este canterano del Manchester City, que apenas pudo actuar en el club por estar a la sombra del alemán Bert Trautmann -protagonista del film biográfico "The Keeper"- tuvo que dejar el fútbol por un choque fortuito con un perro que había ingresado en el terreno de juego sin autorización. Un pequeño terrier blanco saltó al terreno de juego persiguiendo la pelota, hasta que el balón acabó en las manos de Brodie. Lamentablemente, el terrier no parecía tener muy claro las reglas del juego y no dudó en cargar contra el guardameta que cayó desplomado al suelo. El resultado: rótula destrozada, ligamentos dañados y el primer jugador que deja el fútbol profesional lesionado por un perro.

Para entonces, Brodie jugaba en el Brentford tras pasar por Gillingham, Aldershot, Wolverhampton Wanderers y Northampton Town. Aunque pudo regresar tras la lesión para jugar 4 ó 5 partidos más, aquella rotura de los ligamentos en la rodilla fue decisiva para el fin de su carrera. Brodie regresaría para jugar al fútbol de manera no profesional, pero apenas tendría presencia en Margate, Weadlstone y Maidstone United.

Tras la retirada obligatoria por la lesión, el desafortunado guardameta se convirtió en taxista de Londres ya acabó falleciendo por un cáncer a los 63 años en el año 2000.

Del bote de colonia al “microfonazo”: 6 de las lesiones más ridículas del fútbol

1. Maldita colonia

Una de las lesiones más recordadas es la que sufrió el entonces portero del Valencia Santiago Cañizares, a quien se le cayó un frasco de colonia que le produjo un corte en un tendón de su pie y que le dejó sin ir al Mundial de Corea y Japón de 2002.

2. Parar el coche en lugar del balón

También sufrió una grave lesión el futbolista argentino Ever Banega, que intentó parar el coche con el pie cuando se le fue al no ponerle el freno de mano y que se fracturó la tibia y el peroné al pasarle la rueda por encima en febrero de 2012.

3- Partirse el culo

El argentino Javier Mascherano se tomó muy en serio la expresión ‘partirse el culo’ por tu equipo y en la semifinal del Mundial de Brasil 2014 contra Holanda se rompió el ano literalmente. Ocurrió en una acción en la que trataba de frenar al contrario.

4- Microfonazo

Tras pasar más de un año sin jugar, el regreso de Ronaldo Nazario a un campo de fútbol fue más mediático de lo que se hubiese esperado. En el encuentro con el Corinthians brasileño un periodista le pegó con un micrófono en el ojo, que quedó hinchado y morado.

5. La más escalofriante

Paulo Diogo marcó un gol y decidió celebrarlo con la grada como Palermo, pero con la mala suerte de que su anillo de casado quedó enganchado en una valla y acabó seccionándole el dedo. El árbitro le mostró amarilla por celebración.

6. ¡Con un taladro!

Darius Vassell, delantero del Aston Villa, intentó curarse una infección en una uña del pie taladrándosela con un taladro para sacar la pus. Acabó seccionándose la uña e infectándose una herida que le tuvo varias semanas fuera.