Fútbol

Luis Enrique, un héroe al margen del caos

Luis Enrique volvió a ser protagonista en la celebración en París. La madrugada del sábado en toda Francia estuvo marcada por la violencia

Luis Enrique, en plena celebración en la recepción de Macron
Luis Enrique, en plena celebración en la recepción de MacronThomas Padilla / POOLAgencia EFE

Como sucedió en Múnich, en los Campos Elíseos el héroe en la celebración de la Champions del PSG volvió a ser Luis Enrique. Unas 110.000 personas, ya que el acceso estaba controlado, se congregaron en la famosa avenida parisina que termina en el Arco del Triunfo para participar en el delirio colectivo de un club y de una afición que llevaba años buscando la «Orejona». A bordo de un autobús de dos pisos abierto, Dembelé, Hakimi, Marquinhos, Vitinha, Doué o Fabián se fueron pasando el trofeo con miles de hinchas gritando, agitando banderas y haciéndose fotos mientras la megafonía repetía el eslogan del club: «¡Esto es París!».

La celebración se desarrolló con la normalidad que no hubo en la madrugada en toda Francia. En medio de unas enormes medias de seguridad, con los aficionados divididos en segmentos y separados de la avenida por vallas y un cordón policial, el objetivo era evitar los incidentes y disturbios de la madrugada del domingo, que se saldaron con dos muertos, más de 200 heridos y 563 detenidos. Y es que al menos 192 personas resultaron heridas y se declararon 692 incendios, de los que 264 afectaron a vehículos, de acuerdo con el balance de las autoridades. Asimismo, al menos 22 miembros de las fuerzas del orden resultaron heridas, así como siete bomberos.

Un joven de unos 20 años falleció en París tras ser golpeado por un coche mientras conducía un scooter no muy lejos del estadio del PSG. En la noche del sábado, en una localidad de las Landas francesa, a unos 700 kilómetros de París, un menor de 17 años perdió la vida tras ser apuñalado en el pecho, en unas circunstancias aún por dilucidar. A 500 kilómetros al sureste de París, en Grénoble, un coche atropelló a una multitud e hirió a cuatro miembros de una misma familia, dos de ellos gravemente.

Asimismo, en París y sus afueras, epicentro de las celebraciones, cerca de 500 personas fueron arrestadas por altercados con la Policía y se registraron numerosos saqueos, a pesar de la presencia de unas 5.000 fuerzas del orden. «No podemos considerar que el dispositivo haya sido un éxito, porque ha habido saqueos, que era lo que queríamos evitar (...). Pero tampoco un fracaso, porque han venido miles de personas sólo para saquear y hemos evitado que muchos lo hiciesen», se apuntó desde la Policía.

El ministro del Interior de Francia, Bruno Retailleau, lamentó que «unos bárbaros» fastidiaran la fiesta del PSG y denunció «la destrucción y el pillaje» registrados, a pesar del notable dispositivo de seguridad. «Estoy indignado, somos muchos los franceses que no nos queremos habituar a este tipo de oleadas de violencia», manifestó Retailleau.

El PSG, después de recorrer los Campos Elíseos, fue recibido por el presidente de la República, Emmanuel Macron, y la celebración concluyó en el Parque de los Príncipes donde sólo accedieron los socios del club.