Luis Enrique pisa fuerte

Para el nuevo entrenador azulgrana, este miércoles es «un día muy ilusionante». «Cuando me marché me dijeron que era un hasta luego y han cumplido su palabra».

Luis Enrique llegó al Camp Nou a las 11:30, firmó a las 11:56 y desde las 13:04, después de haberse hecho algunas fotos en el césped y en el banquillo del estadio, estuvo más de una hora dando explicaciones en su primera comparecencia como entrenador del Barcelona. Con traje y corbata negros, camisa blanca y zapatos-zapatillas modernos, el asturiano bromeó durante varias fases de su presentación y se mostró muy seguro de sí mismo. Un buen paso previo a otro más difícil, cuando tenga que «enfrentarse» cara a cara con los jugadores, algunos ex compañeros, algunos en entredicho este año, como Xavi, al que Martino relegó a la suplencia durante algunos partidos decisivos. «Xavi es un amigo, nos sentaremos a hablar para ver por dónde van los tiros», dijo enigmático sobre el «6», la brújula del mejor Barcelona de la historia, que ya tiene 34 años. Parece que no le temblará el pulso si tiene que tomar decisiones, como ya le sucedió en su época en la Roma, en la que sentó a Totti en el banquillo durante un tiempo.

Xavi es el estilo del Barcelona y de la Selección, quizá el futbolista más importante que ha dado España, y de los más apegados a la forma de jugar del club catalán, puesta en entredicho por algunos sectores durante la temporada, aunque intocable también para Luis Enrique. «No hay nada mejor que tener el balón para defender. La idea está asentada, pero hay que ir evolucionándola y perfeccionándola», aseguró. «Jugaremos al ataque. Un fútbol atractivo que ha enganchado a miles de personas», continuó. El conjunto azulgrana es en cierto sentido esclavo de su juego, aunque la primera temporada mala, después de varias en las que ha llegado a rozar la perfección, ha sido suficiente para que se ponga en duda. «Los títulos mandan, pero no de cualquier manera, no jugando al patadón», adelantó Luis Enrique, aunque pidió que no le «comparen con Guardiola».

Repitió varias veces el nuevo técnico que se siente «capacitado», y fue valiente. «Un entrenador es un líder; debe demostrar el conocimiento a la hora de gestionar un grupo, con los egos, la motivación», afirmó. Recuperar al mejor Messi es «un reto» para él. Leo sembró la duda sobre su futuro en Argentina un día después de firmar el contrato más importante en la historia del fútbol, pero el presidente Bartomeu está tranquilo, o eso dice: «Sus palabras se sacaron de contexto».

«No creo que haga falta mano dura, pero sí soy muy exigente en el trabajo, eso ya lo adelanto», explicó Luis Enrique. «Les exigiré mucha hambre, me la tendrán que demostrar cada día en los entrenamientos», continuó: «Y a los jóvenes les abro la puerta, pero tienen que trabajar más que el resto». Habrá refuerzos en todas las líneas.